Un verano más, aunque esta vez de manera esporádica: tan solo en dos ocasiones durante este mes de agosto, los vecinos de la calle Neptú, de Platja de Muro, han vuelto a sufrir las consecuencias de los vertidos provocados por los sumideros. Es una situación que parecía que se había solucionado cuando el 2015 se procedió a realizar unas obras de renovación de la red de saneamiento, con la modernización de las conducciones y la sustitución de las estaciones de bombeo, pero que no han resistido la sobreexplotación de la depuradora de la zona. Así es como han justificado la problemática desde la Agencia Balear de Agua (Abaqua), responsable de dicha estación de bombeo.

"La bomba de impulsión no ha dado abasto durante una de las puntas para impulsar las aguas fecales. Un inconveniente estrechamente relacionado a la obsoleta depuradora de Platja de Muro, situada en los límites del parque de s'Albufera", informan desde Abaqua. Una situación que ha vuelto a poner en jaque a algunos vecinos que han denunciado nuevamente las molestias. "Parece mentira que ésta sea una de las calles de la playa mejor valorada del mundo. Seguro que si los turistas se acercan se llevarán un recuerdo inolvidable" explica una vecina, haciendo referencia a los malos olores que sufren cada vez que las bombas de impulsión fallan.

Este no es el único de la zona costera murera, si tenemos en cuenta que el pasado mes el portavoz de UIM -Unió Independents de Muro-, Rafel Gelabert, denunció la falta de mantenimiento y la dejadez en la que se encuentra la población. Gelabert asegura que "la zona se encuentra muy descuidada" y reclama "más mantenimiento por parte del ayuntamiento, puesto que en algunos casos se encuentra en lamentables condiciones".

Gelabert denunció el mal estado de la zona turística -farolas con cables vistos, cuadros eléctricos con tapas rotas, aceras en mal estado, zonas públicas deterioradas, palmeras sin arreglar,?- y aconsejó al equipo de gobierno que "deberían cuidar más la imagen que se da de la zona tanto a turistas como a residentes".

A todo se suma, el retraso de concesiones, como las de hamacas y sombrillas o de ciertos servicios, que llegaron tarde, como el tren turístico que aún no se ha licitado esperando un informe externo.