Asaja estima que la próxima campaña de almendra en Mallorca sufrirá una merma de aproximadamente quinientas toneladas de almendrón. El año pasado se cosecharon unas 1.600 toneladas y la previsión para este año es de que ronden las 1.100, "o yendo muy bien se llegue a las 1.200", apunta Joan Simonet, gerente de la asociación agraria.

La situación no es para nada esperanzadora pues el precio tampoco es previsible que mejore. La lógica tradicional impone que ante una mala añada exista un aumento de precio, sin embargo no va a ser así, porque la mala añada se va a dar en Balears, pero no en el resto del Estado. La comunidad cuenta con plantaciones muy antiguas, con árboles envejecidos y, si bien es cierto que se producen nuevas plantaciones, el grueso de estás no se halla todavía en plena producción como para que las islas recuperen la competitividad.

Las plagas

Este año, para mayor abundancia en la desgracia, se debe tener muy en cuenta el factor de las enfermedades. La Xylella fastidiosa es la responsable de una gran cantidad de almendros muertos. "No hablamos ya de fruto sino de que el árbol ha muerto con lo que afecta a ésta y a futuras campañas. Por mucho que los árboles fallecidos se arranquen y se produzca una nueva plantación, se necesitan unos años para recuperar la producción", apunta Simonet.

Jaume Ribot, veterano payés de Santa Margalida, dice, con pesar, que "la 'Vila', uno de los pueblos de mayor producción de almendra de Mallorca está afectadísimo por la muerte de almendros. Entre Santa Margalida y Can Picafort, antaño un vergel de almendros, solo se ven troncos secos".

La comarca del Raiguer es la zona de mayor producción de almendra de Mallorca. Bartomeu Martorell, payés y presidente de la cooperativa de Inca, indica que "este año hay muy poco fruto y muchos árboles muertos. Los ejemplares viejos mueren afectados por la Xylella y la dejadez, y las plantaciones jóvenes que se llevan a cabo aún no pueden reemplazar la producción habitual de años anteriores".

Como puntualiza el presidente de los payeses de Inca, es cierto que tanto en el Raiguer como en otros puntos de la isla se vienen efectuando plantaciones. Simonet indica que "se trata de explotaciones planificadas con ejemplares de variedades muy seleccionadas y en régimen intensivo". Este nuevo sistema de cultivo reemplazará en unos años al sistema tradicional de producción". "Pero sólo en producción -precisa Martorell- lo que perderemos será la extensión, la imagen tradicional del campo mallorquín".

Consecuencias

Josep 'Cantarell', payés de Sencelles, dice con ironía que "hace cien años, nuestros abuelos arrancaron las viñas de Mallorca por culpa de la filoxera. En su lugar plantaron almendros reconvirtiendo el campo mallorquín. Ahora les tocará a nuestros hijos arrancar los almendros, y curiosamente, muchos de ellos volver a la viña, porque parece que es lo único mínimamente rentable hoy día". Cantarell es uno de los que hace años volvió a plantar viñedos.