El ayuntamiento de Binissalem informó ayer que intensificará los controles conra el botellón durante las próximas fiestas de Sant Jaume y avisó que los infractores podrán ser sancionados con multas de hasta 750 euros.

El plan de acción que pondrá en marcha la institución municipal para luchar contra el consumo indebido de alcohol en la vía pública y otras acciones incívicas pretende acabar con las malas prácticas que "puedan poner en peligro la salud de los jóvenes y causar molestias a participantes y vecinos".

El Ayuntamiento incrementará la presencia policial, incorporando nuevos efectivos. Además, se realizarán controles en algunas entradas del pueblo. Durante las pasadas fiestas del Vermar se llegaron a levantar 30 actas por botellón y se evitaron más de 50 casos, según la institución local.