La Serra de Tramuntana es, a menudo, el escenario elegido para desarrollar todo tipo de acontecimientos masivos de cariz deportivo, recreativo u otros, con asistencia de centenares o de miles de personas. Estos usos de la Serra son cada vez más frecuentes y varios, y cuentan también con una presencia creciente de participantes o espectadores. Como consecuencia, "este espacio frágil y valioso sufre, según el caso, efectos negativos como por ejemplo cortes de carreteras, erosión de caminos, bullicio, desechos, etc. que pueden afectar la conservación del patrimonio, el bienestar de los residentes, la calidad de la visita, la seguridad de los vecinos y excursionistas, etc", sostiene la asociación Tramuntana XXI.

Esta entidad manifiesta: "Asistimos con preocupación a esta utilización masiva de la Serra para usos que consideramos inadecuados o excesivos, y que contribuyen a su deterioro y banalización. Creemos que la vocación del territorio de Tramuntana no puede ser la mismo que la de otras áreas de Mallorca que ya se han sacrificado para usos banales".

Patrimonio

Este espacio, legalmente protegido como Paraje natural y declarado por la UNESCO como Patrimonio cultural, tiene unas características y cumple unas funciones esenciales que no son compatibles con cualquier uso. "El patrimonio natural y cultural, el bienestar de los habitantes y el valor de la experiencia de los visitantes del área protegida más importante de Mallorca requieren actuaciones dirigidas a la conservación, a la regulación de las actividades y una vigilancia que, por ahora, es casi inexistente", puntualiza.

Tramuntana XXI pide a las administraciones competentes en la materia actuaciones inmediatas, antes de que se consoliden determinadas prácticas y el establecimiento de un plan de usos que garantice las condiciones antes indicadas.