Diríase que la feria de primavera de Lloret ha perdido fuelle respecto de la Festa del Sequer, que se vive como una auténtica feria. Ayer se vieron menos puestos que en la otra cita ´lloritana´, aunque cabe decir que el público asistió en igual medida.

Al llegar al pueblo del pla lo primero en lo que debía fijarse el visitante era en encontrar los letreros de las fincas habilitadas para aparcamiento pues de lo contrario se entraba en una maraña de pocas calles llenas de coches.

Desde la carretera y en dirección a la plaza lo primero que se encontraba el visitante era una exposición de coches clásicos a la que seguían algunos puestos de artesanos.

Producto local

Sobre las escaleras de la iglesia se podían ver algunas mesas de productores locales.

Siguiendo hacia la plaza se disponían más puestos de venta que alternaban artesanos con revendedores, sin demasiado orden, pero sin mal resultado comercial,como reconocían los implicados. En la plaza hubo actuaciones y muestra de cocina en algunas carpas.