El financiero Juan March Ordinas tendrá una calle del municipio a su nombre si el nuevo reglamento municipal de Honores y Distinciones entra en vigor con la actual redacción, ya que contempla que a todos los Hijos Ilustres declarados por el Ayuntamiento se les dedique una calle de la localidad del Nord de Mallorca. Se trata de un tema controvertido en el municipio que fue debatido en el pleno del pasado miércoles, que aprobó de forma inicial el citado reglamento, paso previo al trámite de exposición pública durante treinta días para que los interesados presenten alegaciones.

El alcalde Joan Monjo (Convergència-El Pi) confirmó que el reglamento establece la dedicatoria de calles a los Hijos Ilustres, categoría que también comparte el magnate Juan March, sobre el que no se hará ninguna distinción. "Si finalmente el reglamento se aprueba definitivamente todos los Hijos Ilustres tendrán los mismos derechos y deberes, no habrá Hijos Ilustres de primera y de segunda división", señaló.

A pesar de la voluntad de Monjo de no personalizar, el nombre de March protagonizó buena parte del debate entre equipo de gobierno y oposición ya que la izquierda (Suma pel Canvi) presentó una enmienda a la aprobación inicial del reglamento en la que, entre otras peticiones, proponía "dejar sin efecto" los nombramientos de Hijos Ilustres efectuados antes del periodo democrático para que sean "convalidados" por el pleno. Otro caso que se ha conocido hace poco tiempo es que el rey Alfonso XIII fue declarado como Alcalde Honorífico de Santa Margalida en el año 1921.

El principal grupo de la oposición ya había reclamado que se retire la distinción a March porque el acta municipal de 1956 que refleja el nombramiento destaca el papel del financiero en el golpe de estado del año 1936, por lo que el reconocimiento incumpliría la Ley de Memoria Histórica.

El portavoz de Suma, Antoni Reus, ya anunció que en el próximo pleno ordinario elevará una moción para reclamar formalmente que Juan March deje de ser Hijo Ilustre del municipio.

El alcalde rechazó los argumentos de la izquierda con el argumento de que volver a votar las distinciones pasadas es "contraproducente" porque cada nombramiento "se lleva a cabo en una época muy concreta" a partir de las "sensibilidades" de los responsables municipales de cada momento. Además, Monjo destacó que el proceso de revisión de las declaraciones implicaría una "investigación biográfica muy profunda" y sentaría un precedente peligroso porque "cada ciertos años" podrían anularse nombramientos anteriores en función del momento político.

Labor filantrópica

Monjo sostiene que la declaración de March se produjo por su labor filantrópica y no por su colaboración con el golpe franquista que desembocó en la guerra civil.

A pesar de que el equipo de gobierno no comparte la petición de la izquierda local, sí ha aceptado algunos puntos que Suma pel Canvi ha propuesto para su incorporación al reglamento aprobado de forma inicial. Así, una nueva distinción precisará el voto favorable de cuatro quintas partes de la corporación, y los personajes con reconocimiento oficial podrán disponer de una placa de homenaje en las casas donde residieron.