Poca asistencia de público registró este año la Fira de l'Ametlla de Santa Margalida. El día fue desapacible desde primera hora de la mañana y probablemente desanimó a muchos visitantes y también a vendedores.

La plaza de la Vila fue el escenario para el montaje. Sobre la misma plaza se ubicaron algunos puestos que ofrecían productos derivados de la almendra, mezclados con otros puestos de artesanía como embutidos, baberos o vinos.

En mitad de la plaza se colocaron algunas máquinas antiguas para realizar ciertos trabajos relacionados con la almendra. También una larga mesa con almendras partidas para que el público pudiera degustarlas, y unos tocones de almendro dónde los que quisieran pudieran partirse algunas con un martillo.

En la plaza de s'Olivera se colocaron algunas atracciones para los más pequeños.

Entre los puestos de almendra que se colocaron sobre la plaza y el anillo de artesanos se instalaron veintiocho puestos.