En la catedral de Santa Maria de l'Alguer, la ciudad situada al norte de Cerdeña, cada noche buena se sigue interpretando el Cant de la Sibil·la, o como allí se la conoce Senyal del Judici. Allí llegó a partir de la conquista catalana de esta antigua ciudad del Reino de Mallorca y desde entonces se ha cantado sin interrupción. La gran diferencia que hay con la sibil·la mallorquina, es que, si en Mallorca la interpreta una voz blanca de una mujer, una niña o un niño, en l'Alguer siempre lo ha hecho un capellán o canonge, como fuera costumbre antes también en la isla. Otra curiosidad es que en l'Alguer no existe la figura del ángel anunciador, en cambio el coro de la catedral es quien tiene mucha presencia y relevancia durante todo el acto. b. capó