Las bodegas de Can Ribas de Consell son las más antiguas de Mallorca, datan como mínimo de 1711. En dicha propiedad se encuentra situada una antigua casita datada en 1865 y en la que tradicionalmente se guardaban los animales de tiro para trabajar las viñas. Esta casita se había dejado casi abandonada y últimamente se usaba como lugar para dejar utensilios y herramientas. Ayer fue reinaugurada con una fiesta de cierre del fin de campaña de la vendimia de este año.

La propiedad de Can Ribas la ha restaurado, conservando su personalidad de casa de aperos rural. Ha restaurado la vieja chimenea, la cisterna y ha reconstruido toda la ´canyisada´ del techo.

La cocinera

Aina Cifre, es la mujer que durante toda su vida ha ejercido como ´madona´ de Can Ribas (posadera). Ayer fue la encargada de cocinar los típicos fideus de vermar para más de 50 personas que asistieron a la reinauguración de la caseta. Los fideus son un plato muy típico de la época de la vendimia en Mallorca.

Aina recuerda que la caseta era un establo pero que 1963 su esposo la adecuó para que fuera el refugio de los vendimiadores. "Yo venía cada día ha hacerles los fideus de vermar. Ellos trabajaban recolectando uvas y aquí comían y descansaban a mediodía.

Durante treinta años, la edificación cumplió esta función para después caer en el olvido. Ahora los dueños de las bodegas de Can Ribas han querido darle una nueva dimensión y se ha rehabilitado la construcción para poder hacer presentaciones y degustaciones para grupos.