Los vecinos de los núcleos costeros del municipio de Llucmajor, donde Correos ha anunciado sus planes de cesar el reparto postal domiciliario, se muestran indignados. Entrevistados por este diario, dijeron no comprender en absoluto esta polémica decisión de suprimir el servicio. Hay que recordar que exactamente Correos pretende no entregar más cartas a las casas ubicadas en las urbanizaciones de Las Palmeras, Tolleric, Cala Pi, Vallgornera, es Pas de Vallgornera, s´Estanyol y Son Bieló.

En el reciente pleno del ayuntamiento de Llucmajor se aprobó por unanimidad "instar a la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos al restablecimiento del servicio de correo ordinario puerta a puerta en dichas urbanizaciones al no concurrir la consideración de entornos especiales".

A su vez, el pleno mostró su rechazo a posibles "discriminaciones", como que puedan repartirse cartas en edificios plurifamiliares pero no en viviendas unifamiliares. Por ello, el consistorio llucmajorer recurre a la Jusiticia.

Otros municipios de Mallorca también se ven afectados por los planes de Correos, si bien es en Llucmajor donde ha surgido la mayor reacción de protesta, tanto por parte del Ayuntamiento como de la ciudadanía.

Población suficiente

Todos los partidos coinciden en que las intenciones de la conocida empresa "no se explican ya que se trata de núcleos urbanos tradicionales de toda la vida, con volumen demográfico suficiente para hacer el reparto postal ordinario". Si finalmente Correos aplica su criterio, el servicio postal domiciliario sería sustituido mediante los llamados ´casilleros concentrados pluridomiciliarios´, en unos puntos determinados y con buzones de los residentes.

Se da la casualidad de que, en verano, el conjunto de las mencionadas localidades multiplica su número de población.

La práctica totalidad de vecinos reivindica sus derechos: "¿Acaso no pagamos como los ciudadanos de Madrid todos los impuestos?". En esta línea, se exige sentido común y que, como máximo, se disminuya la frecuencia de días de la semana de entrega de cartas. No se descarta la organización de manifestaciones en la calle.