El pueblo de Fornalutx vivió ayer una nueva edición del ´Correbou´, uno de los actos centrales de sus fiestas patronales, sin incidentes destacables y en medio de un ambiente festivo al que se sumaron cientos de personas, en su mayoría jóvenes. El controvertido ´Correbou´, que para los partidarios es una tradición irrenunciable mientras que, en opinión de los detractores, implica una tortura innecesaria a un animal, dio comienzo poco después de las ocho de la mañana, momento en el que el toro, de unos 400 kilos de peso, fue sacado de la caja y atado con cuerdas a su cornamenta, tal como marca la tradición, para después iniciar una ruta por el centro de la pequeña localidad de la Serra durante la que es perseguido por los jóvenes.

Como viene ocurriendo en los últimos años, ayer tampoco faltaron las protestas contra la organización de este encierro protagonizado por el toro. Un grupo de unos quince activistas contra el maltrato animal se concentró cerca del polideportivo municipal para expresar de forma silenciosa su rechazo al ´Correbou´. Por orden del Ayuntamiento, los manifestantes estuvieron en todo momento alejados de la ruta del toro para evitar incidentes como los ocurridos hace unos años. Una decena de agentes de la Guardia Civil se encargaron de custodiar la manifestación, que en todo momento tuvo carácter pacífico.

Manifestación

Los animalistas habían solicitado permiso al Ayuntamiento para manifestarse en la plaza del pueblo, aunque el alcalde Joan Albertí (PP) denegó la autorización con el argumento de que en el espacio solicitado "no hay medidas de seguridad". El edil aseguró ayer había pedido a los residentes "respeto" para los manifestantes, porque "tienen el derecho de protestar". Sin embargo, el municipio no tiene intención de eliminar una fiesta que "tiene más de cien años de historia" y que "es muy reclamada por los jóvenes del pueblo". El acto de protesta de ayer culminaba una campaña previa en la que la asociación Anima Naturalis ha recogido a través de internet hasta 20.000 firmas para exigir la abolición del ´Correbou´ de Fornalutx.

Por contra, muchos jóvenes de la localidad llevaban camisetas en la que calificaban a la fiesta de "sentimiento, tradición y cultura". Durante el encierro se produjeron algunas caídas como consecuencia de la precipitación y un joven tuvo que ser atendido de un golpe en la cabeza.

El ´Correbou´ es el acto más esperado de las fiestas de Fornalutx y supone el colofón a la larga noche de la ´revetlla del bou´ que le precede y cuyos efectos son todavía visibles en las calles de la localidad. Las fiestas tendrán continuidad durante todo el fin de semana hasta el domingo por la noche, día de la traca final.