­Poner la mesa en la calle ha sido el primer acto de las fiestas patronales. Un año más el pueblo se volcó en este estreno festivo y al llegar la noche del pasado viernes comenzó a ocupar las calles, engalanando las fachadas y sacando mesas, sillas y cubiertos a la vía pública. Según cifras del Ayuntamiento, unas 2.000 personas participaron en las 43 cenas organizadas en todo el casco urbano, desde Los Damunt a las Cases Noves.

El concejal de Cultura, Llorenç Perelló, apunta que el número de calles participantes superó el medio centenar, puesto que en muchos casos se juntan vecinos de varias vías en un mismo punto "como en los Damunt y ses Rotes". En algunos lugares, en cambio, se celebran varias cenas, como sucede en las calles Joan Rosselló de Son Fortesa y Sabateres.

El concejal Perelló, junto al alcalde, Joan Simonet, y la edil de Fiestas, Maritina Campins, recorrieron durante la velada la mayoría de las cenas para saludar a los vecinos y desear a todos felices fiestas. Un año más esta comitiva se desplazó de calle en calle en bicicleta. El Consistorio colabora además dando una sandía por cada 25 comensales, por lo que durante la jornada de ayer en las oficinas municipales se entregaron unas 75 sandías.

Decimoquinta edición

Las cenas en la calle han cumplido este año su decimoquinta edición en Alaró. Fue en 1999 cuando el nuevo alcalde Josep Gomila convocó una reunión de asociaciones en la sala de plenos para charlar de las fiestas y de posibles actos nuevos que se podían incorporar al programa habitual. En ese encuentro se planteó la idea de organizar estas cenas tal y como se celebraban en otros pueblos durante sus festejos populares. En los años previos, la calle Joan Rosselló ya había organizado su cena de vecinos.

Las primeras ediciones tuvieron excelente acogida y los vecinos se esmeraron en la decoración y en los detalles de su cena. En algunas calles incluso se contrataron conjuntos musicales para celebrar su propia verbena.

Los sopars de carrer -o cenas a la fresca, como fueron conocidas en un principio- se han consolidado en el calendario local como la mejor forma de dar comienzo a los días de Sant Roc. Además, sirven como cita anual de encuentro entre vecinos y amigos.