La presencia de numerosas deficiencias en la obra de adoquinado de la plaza de la Villa y las calles Petit y Alexandre Rosselló ha llevado al Ayuntamiento de Alaró a reclamar daños y perjuicios a las empresas que ejecutaron el proyecto en el año 2005.

El pavimento presenta grietas entre las piedras y, en algunas zonas, los adoquines se han despegado del suelo en reiteradas ocasiones. El Consistorio ha intentado contactar con las constructoras contratadas, pero ante los problemas para localizar a sus responsables -una de las sociedades no responde y se sospecha que se ha disuelto- se ha optado por incautarse del aval de 4.772,23 euros que la empresa depositó hace ocho años.

Previamente, tanto el aparejador como la arquitecta municipal elaboraron informes en los que enumeraban los defectos de la obra. Estos meses se ha procedido a contratar a otra empresa para subsanar esas deficiencias. La reparación ha tenido un coste de 8.000 euros. El alcalde, Joan Simonet (PP), explica que en los últimos cinco años han llevado a cabo diversas actuaciones por problemas puntuales del pavimento "en algunas ocasiones eran defectos del adoquinado y en otros dos casos se trató de averías en las canalizaciones de agua potable y de la red de los regantes", apunta.

El proyecto de pavimentación y peatonalización de la zona centro de la localidad se inició en octubre de 2005, durante el pacto de gobierno PSOE-UM.

Una reforma para peatonalizar

La primera fase consistió en el adoquinado y embellecimiento de la zona baja de la plaza de la Villa y las calles Petit y Alexandre Rosselló. La segunda etapa se centró en la parte alta de la plaza. Estas obras sirvieron además para aplicar una reforma circulatoria que dejó el centro como zona peatonal y desvió la circulación de subida por la calle Camproig. La ejecución de las obras también causó polémica y tanto comerciantes como vecinos denunciaron que se llevara a cabo de forma apresurada y sin avisar con suficiente antelación.