El parque público de Son Tugores cuenta desde hace unas semanas con un espacio destinado a huertos urbanos, que serán gestionados por un colectivo de vecinos de la localidad. Después de haber adjudicado las once parcelas, ahora ha llegado el momento del trabajo para estos nuevos ´hortelanos´ que ya han comenzado las labores de preparación del terreno y siembra. El Ayuntamiento ha invertido 75.000 euros en este proyecto.

El alcalde, Joan Simonet, y el edil de servicios municipales, Juan Lozano, destacan la implicación de los vecinos, puesto que días después de recibir su parcela todos se pusieron manos a la obra para adecentar su porción. En el espacio, que ocupa uno de los bancales superiores del parque, se han realizado las once divisiones y se ha habilitado una zona de sombra. Próximamente se instalará una casa prefabricada para que los usuarios puedan guardar sus herramientas. Cada huerta cuenta con un punto de agua que está conectada con la red de la comunidad de regantes de Ses Artigues.

Simonet explica que en estas primeras semanas ya se ha conseguido dinamizar el espacio y crear "nuevos vínculos y nuevas relaciones entre los propios vecinos de parcelas". Los más expertos aconsejan a los primerizos, y ya se intercambian semillas y experiencias. "Estos es lo bonito -añade el alcalde-, ir probando cosas, hablar con el de al lado, y algunas siembras saldrán bien y otras tendrán que esperar al año que viene".

El proyecto de remodelación del parque de Son Tugores ha contado con el asesoramiento del Jardí Botànic de Sóller y ha supuesto una inversión de 160.000 euros. La primera fase -85.000 euros- afectó a los dos primeros bancales, donde se sembraron plantas y se construyó un lago. La zona de huertos urbanos ha contado con una subvención de 33.000 euros del proyecto europeo Leader, y también ha incluido la siembra de 90 árboles. Ahora queda por realizar una zona de plantas aromáticas y medicinales.

Los jardines de Son Tugores tienen una extensión de 12.000 metros cuadrados y forman parte del conjunto que el Ayuntamiento adquirió en 1993 por 330.000 euros. Una década después se invirtió un millón de euros en restaurar el edificio como casal cultural y se inauguró el parque público.