Tancat. Cerrado. Closed. Geshlossen. Es lo que indica una hoja plastificada amarillenta y rota. Con ella se topan cientos de turistas que se acercan hasta el Centre de Visitants de ses Salines, popularme llamado el acuario o la ´pecera´ de la Colònia. Impulsado por el exministro de Medio Ambiente Jaume Matas (su apartamento de veraneo está a escasos dos pasos), fue inaugurado con años de retraso en 2008 y costó 21 millones de euros, más del doble de lo previsto inicialmente.

Turistas y residentes en la isla coinciden en decir que es "una lástima" y "una "vergüenza" el cierre.

El complejo, cuyo objetivo es mostrar de manera fiel todo lo que representa el parque nacional marítimo-terrestre de Cabrera, potenciando a su vez el turismo, la educación medioambiental y la economía, constituye un fiasco.

Si en la pasada legislatura se iniciaron los recortes (de personal, horarios y atractivos del centro) en esta se han acentuado aún más, llegando al extremo de la clausura actual. El Govern Bauzá incluso recientemente convocó un concurso para la explotación privada. Ninguna empresa se interesó y se ha optado por un polémico cierre indefinido, y eso a pesar de que el pasado año el conseller de Turismo, Carlos Delgado (PP), se comprometió ante autoridades salineres y hoteleros a promocionar el acuario. El coste anual de mantenimiento de más de un millón de euros es lo más cuestionado.

A la espera de que el Govern divulgue qué planea hacer respecto al Centre de Visitants, el futuro es de lo más incierto y crecen los rumores. Entre estos últimos, que el Govern estaría preparando la instalación de un vallado de todo el complejo para evitar intrusos (hay barrera pero resulta fácil acceder). También se comenta que el Govern da pasos para una gestión privada y que conocidos empresarios (algunos locales) tomarían las riendas.