El ayuntamiento de Sant Joan, dirigido por PP y Assemblea, pone orden en lo que se refiere a controlar el cumplimiento de la disciplina urbanística. Diferentes autoridades y vecinos reconocen que durante décadas ha habido flagrante vista gorda. En la actual legislatura ya se han abierto cerca de 30 expedientes por infracciones, todo un récord, reconocen.

El alcalde, Juan Magro (PP), afirma que "queremos que las cosas se hagan bien, respetando las normas". Apunta que el Seprona de la Guardia Civil y la Agència de Disciplina Urbanistica también ejercen estricta vigilancia.

Magro insiste en aconsejar a los vecinos "que cuando quieran ejecutar obras principalmente en suelo rústico consulten al departamento municipal de Urbanismo para conocer con exactitud qué se puede hacer en la finca".

El hecho de que todavía se esté pendiente de aprobar definitivamente las nuevas Normas Subsidiarias influye en parte en cierta inseguridad técnica y jurídica.