"Hay que golpear de forma contundente al agresor...y a correr; nada de quedar cara a cara con él porque lleváis las de perder". Es la lección número uno del curso de autodefensa para mujeres que se celebra desde hace dos semanas en el polideportivo municipal de Alcúdia, organizado por la Policía Local. Una iniciativa pionera en la isla a la que se han apuntado, de forma gratuita, unas 24 chicas de diferentes edades y que, ayer, contó con la visita de una quincena de trabajadoras del Ayuntamiento, incluida la alcaldesa Coloma Terrasa (PP), para aprender las nociones básicas de la autodefensa.

El curso consta de doce sesiones de una hora. La de ayer era la número seis y las mujeres participantes ya están familiarizadas con las principales técnicas que deberían utilizar en el caso de ser agredidas. Toni Obrador, profesor nacional de defensa personal, se encarga de explicar a las mujeres con ejercicios prácticos los movimientos que deben realizar para escapar de la agresión en las diferentes situaciones en las que pueden encontrarse, tanto si están de pie como tumbadas. Las técnicas combinan llaves de artes marciales con otros movimientos más rudimentarios pero efectivos. Las participantes aprenden a usar las manos, los pies e incluso la cabeza como "armas" para deshacerse del agresor. "El golpe debe ser fácil y contundente", explica antes de repetir que "a más entrenamiento, menos nervios" y que "el agresor nunca espera encontrarse con una mujer preparada, capaz de responder con contundencia; el factor sorpresa es muy importante".

Teoría y práctica

La parte más significativa del cursillo son los ejercicios prácticos, aunque éstos se complementan con nociones teóricas en las que se analiza la psicología del agresor con el fin de prevenir situaciones embarazosas. A raíz de una encuesta realizada a presos que cumplen condena por violación, las mujeres participantes han aprendido que los agresores "se fijan antes en las mujeres que llevan pelo largo o coleta porque son más fáciles de sujetar", que el violador "aprovecha momentos de distracción de las víctimas" o que llevar un paraguas puede ser determinante para que el agresor decida no atacar. "Si se sospecha de alguien en concreto, antes que correr es mejor mirarle a los ojos fijamente y preguntarle cualquier cosa, la hora por ejemplo, porque así él sabe que le reconocerás más adelante y ya no se la juega", explica Toni Obrador.

Las mujeres que asisten a los cursillos, algunas de las cuales víctimas de la violencia de género, están encantadas con la experiencia. "Está muy bien, creo que puede ayudarme en un futuro", explica Simona, una de las participantes, que asegura que, desde que asiste a las clases, tiene "más confianza" en sí misma. "Ahora ya sabemos responder mejor a una situación de riesgo y violencia", añade. Reme Galán, otra compañera, asegura que de cada vez está más "contenta" de haberse apuntado. "El motivo principal es el de aprender autodefensa".

Ayer, al finalizar la sexta sesión del seminario, el profesor hizo una hora extra para transmitir las nociones básicas del curso a unas quince trabajadoras del ayuntamiento de Alcúdia que tuvieron tiempo de aprender algunos consejos teóricos y poner en práctica varios de los ejercicios de autodefensa, en una jornada de autoprotección intensiva destinada exclusivamente a ellas.

La alcaldesa Terrasa expresó su satisfacción por el "éxito" de la iniciativa y no descartó que vuelva a organizarse más adelante. "Han venido representantes de otros ayuntamientos interesados en llevarlo a cabo", apuntó.