El ayuntamiento de Manacor ya ha comunicado a Demarcación de Costas sus intenciones de expropiar los 1.200 metros cuadrados del camino que lleva al arenal virgen de Cala Varques y resolver, de esta forma, el problema enquistado que afecta su servitud de paso. Según los técnicos del consistorio el precio a pagar iría acotado a entre uno y dos euros por metro cuadrado, un gasto casi irrisorio para un historia de conflictos continuos desde 1984.

Desde Madrid se ve con buenos ojos la propuesta municipal, siempre y cuando el ministerio de Medio Ambiente no tenga que desembolsar ni un solo euro por ello. "Hemos reiniciado el expediente abierto hace varios años con el propósito de que quede ya resuelto a lo largo de los próximos meses", señala el regidor de Medio Ambiente y Agricultura local, Bernat Amer (AIPC), uno de los principales impulsores de la recuperación de este y de otros caminos públicos diseminados por el municipio.

En estos momentos la secretaría consistorial, con la ayuda de un topógrafo, de técnicos y un ingeniero agrícola independiente, está elaborando el informe definitivo para la valoración del espacio situado en un Área Natural de Especial Interés (ANEI). Cabe recordar que el camino en cuestión tiene una longitud de 650 metros y unos tres de anchura, de los cuales el Ayuntamiento expropiaría un paso de un metro y medio. Lo que hace creer que con aproximadamente 2.000 euros todo pueda estar saldado.

La intención de Amer es que el ejemplo de Cala Varques sirva para recuperar otras sendas costeras en litigio, como las que llevan a Cala Magraner, Cala Sequer, Cala Pilota o Cala Setrí.

Chiringuitos y servicios ilegales

Pincho de tortilla, patatas chips, baguettes, cocktails o refrescos de toda índole son sólo parte de la oferta que el chiringuito ilegal que campa sobre las rocas de Cala Varques ofrece a los centenares de bañistas que llegan hasta el arenal a lo largo del día.

Un ejemplo más del intrusismo que se completa durante estos días con la ocupación de sus grutas naturales durante las 24 horas del día, la venta ambulante de productos varios o los masajes sin titulación. Asimismo una simple ojeada basta para descubrir de restos de hogueras de posibles acampadas, otro de los problemas históricos de Cala Varques. Este viernes a mediodía eran muchos los turistas que acudían a comprar al autodenominado Bar-Chiringo (ataviado con varias carpas blancas y distintas pizarras) en busca de comida y líquido para apagar la sed.

En este sentido hay que señalar que ya el pasado miércoles la Policía Nacional inspeccionó toda la zona y tomó buena nota de las actividades ilegales, de cara a que durantes las próximas días efectivos del Seprona (pertenecientes a la Guardia Civil) efectúen un redada para eliminar de momento y una vez más toda la competencia desleal.