El mercado de verduras que se estrenó hace dos meses en la Plaça Cas Vicari del puerto de Alcúdia ha ido de más a menos, hasta el punto de que los 26 puestos de venta que se contabilizaban en el estreno del mercado prácticamente se han reducido a la mitad debido a la poca afluencia de público que se ha registrado hasta la fecha.

Vendedores y compradores coinciden a la hora de calificar de poco idóneo el emplazamiento de este mercado de verduras semanal que tiene lugar cada viernes en la citada plaza, que se encuentra en el corazón del Moll, en una segunda línea residencial alejada del paso habitual del tráfico y de los peatones de esta zona con una alta presencia de turistas que son potenciales clientes.

Los vendedores sugieren que se traslade el mercado al Paseo Marítimo o a la Plaza Gabriel Roca. El problema es que estas áreas pertenecen a la Autoridad Portuaria y para el Ayuntamiento, según la regidora responsable de Comercio, Carme Garcia, "no es asumible el coste económico que supondría la concesión. El mercadillo nocturno ya nos cuesta mucho dinero. Además, no todo debe ubicarse en el Paseo Marítimo. Hay que recordar que el objetivo de este mercado de verduras es dinamizar también social y económicamente el puerto de Alcúdia como núcleo de población, no sólo como zona turística".

La regidora consultada cree también que aún es pronto para que este pequeño mercado se consolide y estima un plazo de dos años hasta que se desarrolle el hábito de acudir al mismo por parte de los vecinos y veraneantes del Moll.

Lista de espera

En el caso, poco deseable según García, de que algunas paradas abandonen su concesión, el Ayuntamiento "siempre cuenta con una larguísima lista de espera de solicitudes". La regidora asegura que, personalmente, prefiere que se mantengan los puestos que tienen la concesión actualmente ya que se seleccionó "a los más adecuados en un mercado de calidad".

Entre los comerciantes existen diferentes opiniones. La mayoría de ellos están desanimados, pero también quedan algunos que se muestran convencidos de que el verano traerá una recuperación de público y ventas. Este es también el plazo máximo que se dan algunos de los comerciantes consultados para acumular pérdidas. "Esperaremos a ver qué pasa en julio y agosto, a ver si se anima con la llegada de los veraneantes mallorquines procedentes de Inca, sa Pobla y Palma", afirman varios de ellos.

La opinión de los vendedores

Algunos de los vendedores tienen auténtica fe en la recuperación del mercado y en que logre una popularidad que atraiga a los clientes, como Margarita, artesana local de patchwork, o David Fernández, vendedor de productos de agricultura ecológica, quien opina que "se necesita algo más de promoción y pancartas que indiquen nuestra localización. Hay que luchar porque en nuestro caso es una gran oportunidad para llegar al público del norte de la isla".

Vecinos consultados por este periódico opinan también que la plaza Cas Vicari no es lo suficientemente céntrica y accesible. Así, Joan Duran, que reside en la zona conocida como Poblado de Gesa, cree que el mercado de verduras tiene un problema de solución compleja: "Está escondido y no se ve, por eso tiene poca gente. Encima del paseo marítimo estaría mucho mejor, basta ver cómo se pone de gente cuando está nublado".

El escaso aparcamiento de la zona, según este vecino, también tiene su importancia. "Aunque está cerca de una escuela, las mamás llegan, dejan a los niños y se van, no existe el aparcamiento que tiene Alcúdia pueblo", se expresa el propio Duran. Un estacionamiento que no es necesario para quienes gustan de andar, como Ricardo Cirino, quien se desplaza cada viernes desde los Apartamentos Siesta, en la Avenida Pedro Mas i Reus. "No fallo ningún viernes desde que unos amigos me dijeron que había este mercado con una parada de productos agrícolas ecológicos", afirma este vecino.