El nuevo senador estatal por el Partido Popular, el abogado Llorenç Bosch, abrió ayer definitivamente la caja de los truenos y escenificó lo que era un secreto a voces: Sus discrepancias irreconciliables con Antoni Pastor y la división de las corrientes del PP de Manacor en dos grupos, los que apoyan al alcalde (la mayoría de los concejales) y los que son más afines a las políticas autonómicas de José Ramón Bauzá (con peso en la junta local). Y lo hizo votando, junto al regidor de Turismo Antoni Servera, en contra de la alegación que presentará el Ayuntamiento al anteproyecto de la Ley de Función Pública, que deja al catalán como un mérito y no como requisito a la hora de acceder a la administración pública.

El texto reivindicativo, ya firmado por los portavoces de todos los grupos con representación la semana pasada, apela a las raíces catalanas que definen al balear como pueblo y a la tradición manacorina en defensa de la lengua propia "desde que ya en 1976 este Ayuntamiento abriera la primera Escola de Mallorquí con fondos 100% municipales", recordó la nueva mujer de confianza de Pastor, Catalina Riera, en el texto expositivo de la moción. "Somos el pueblo de Antoni Maria Alcover y de tantos otros escritores, glosadors y poetas. El PP de Manacor nunca ha cuestionado la lengua ni la ha utilizado como arma".

Con el programa en la mano

Fue entonces cuando Bosch sacó de su cartera el programa electoral del PP y lo puso encima de la mesa frente a su asiento (ya no junto a Pastor como era habitual, sino en el bancal derecho como regidor de Sanidad). Pastor al verlo, y tras las exposiciones de los demás partidos, solicitó al secretario el voto nominativo en lugar de grupal y concedió la palabra "a quien quiera expresarse", con la mirada puesta en el senador, que no dudó en aceptar: "Creo que puedo decir que me siento más mallorquín que muchos de los que están en esta sala", comenzó, "pero la Llei de Normalització Lingüística dice que debe defenderse la lengua catalana de las Islas en cada una de sus modalidades propias y con ello hay que ser muy escrupuloso".

Abriendo el último programa electoral conservador, Bosch alegó: "En la página cuatro se especifica que el catalán será un mérito y sólo un requisito en casos muy concretos. Es decir que la mayoría de la gente en Balears y en Manacor han votado lo que aquí ahora queremos contravenir", y acabó recriminando a Pastor que la plaza de interventor del consistorio esté vacante y con carácter provisional por ese motivo.

"Doblemente decepcionado"

"Para mi el titular de mañana debería ser que 19 regidores han asumido un compromiso de respeto hacia su lengua propia, y dos que no, y eso me duele. Para mi es una doble decepción, tanto en el voto como en las formas, por parte de unas personas a las que siempre había otorgado mi confianza" recalcó Pastor, quien acto seguido mandó un mensaje directo a José Ramón Bauzá: "Con esta decisión se cambian las reglas que con esfuerzo se consensuaron en el 86. Ahora, 25 años después se crea un problema donde no existía. Yo soy el mismo, nadie pisará mis derechos".

Uniéndose al enfrentamiento y aprovechando la tradición de Sant Antoni, el portavoz de Esquerra, Joan Llodrà, se despidió con una ´glosa´: "A ses ordres de Madrid/Es cap des partit ´pepero´/No li basta amb so bombero/I vol barrinar es mallorquí".