El parque natural de s´Albufera padece de forma especial las consecuencias de la falta de lluvias que se registra en la isla desde la pasada primavera. El déficit de agua pluvial incide de forma muy negativa en el proceso de cría de las aves, que se ha reducido de forma considerable, y en algunos casos espectacular, según han constatado los biólogos del parque natural en los recuentos realizados antes del pasado verano.

La menor presencia de agua en los canales de s´Albufera y la mayor concentración de contaminación que presenta el líquido procedente de las ´marjals´ agrícolas de Muro y sa Pobla ha afectado especialmente a los patos y las fochas. Así, según los datos facilitados por los responsables del parque a partir de los recuentos realizados durante la pasada primavera, las 254 parejas reproductoras de fochas que en el año 2010 tuvieron crías en el humedal se han reducido hasta las cincuenta este año. Otro caso es el del ´coll blau´, el pato con más presencia en el parque, que de las 500 parejas criadoras contabilizadas en 2010 se ha quedado en cincuenta. Asimismo, solo diez parejas de ´griseta´, otra especie de pato habitual en s´Albufera, se han reproducido este año, cuando en el año 2010 fueron 120 parejas las que tuvieron crías.

El director del parque, Maties Rebassa, explica que "s´Albufera es una zona húmeda, y por ello depende por completo del agua; la sequía afecta mucho". De hecho, entre abril y mayo de este año se registraron en el parque 37 litros por metro cúbico de agua pluvial, cuando la cifra normal se sitúa en los noventa litros. A raíz de ello, "los niveles de agua eran muy bajos durante la primavera".

Los responsables de s´Albufera calculan que la presencia de patos en el parque "se ha reducido entre un 20 y un 25 por ciento" este año por la falta de lluvias.

Sin embargo, a pesar de que "la mayoría de aves acuáticas se ven afectadas por la falta de agua", según el director del parque, no todas las especies con presencia en el parque se han visto perjudicadas por la situación. Las aves de menor tamaño de la familia de las limícolas se han beneficiado de la menor presencia de agua en los estanques. Así, el ´avisador´ ha pasado de 165 parejas reproductoras en 2010 a 236 este año.