Cuando quedan pocos días para que se acabe el periodo voluntario de pago de impuestos (finaliza el próximo 1 de agosto), la oficina de recaudación situada en la calle Can Vich, en Calvià vila, vive un gran trasiego de contribuyentes de última hora. Uno de ellos explicaba recientemente que le había sorprendido ver tanta actividad, con febril movimiento de euros, pero sin apenas medidas de seguridad. "En media hora que estuve allí, vi gente pagando miles de euros. Y no había ningún guardia de seguridad ni vi ninguna caja fuerte ni nada", señalaba, sorprendido. No fue lo único que le sorprendió. Al pagar el IBI, su bolsillo se resintió. De 920 euros que pagó en 2010 a 1.070 este año. Una subida que será progresiva durante los próximos siete años si el Ayuntamiento no rebaja el tipo impositivo del gravamen.

Apunte cultural

El próximo domingo, a las diez de la noche, se representará en la Cruz de Santa Ponça el espectáculo de danza ´Nou´, de la compañía Maria Antònia Oliver.