El 29 de mayo de 2006, unos meses después de que la sonora crisis empresarial que sumió a Majorica en la decadencia pareciera calmarse, la silueta de su antigua fábrica inaugurada en 1902 empezaba a caer. Toda la producción de perlas y joyas se trasladaba definitivamente al polígono industrial, después de que el solar (de unos 20.000 metros cuadrados) hubiera sido vendido en 2004 a la promotora Hospitalet de Desarrollo por 12 millones de euros y la seguridad de poder construir en él hasta 273 viviendas y numerosos comercios.

Pero los problemas crecieron y los escombros siguen siendo la vista ´privilegiada´ de unos vecinos cansados de la espera burocrática. El origen del embrollo comenzó realmente unos cuantos días más tarde, un miércoles 2 de agosto, cuando el desmantelamiento de los tanques y líquidos químicos provocaron la emanación de gases tóxicos que provocaron mareos y problemas de respiración en varios vecinos y obligaron a ingresar de urgencia a una mujer.

Simplemente, era un paso más. Era la constatación del anuncio que semanas atrás habían propagado antiguos trabajadores de la fábrica y el sindicato UGT: el subsuelo de la perlera podía almacenar restos químicos altamente peligrosos, vertidos durante sus más de cien años de actividad. Los vecinos pidieron un análisis detallado de las tierras de Majorica, pero el proyecto constructor seguía adelante.

Pero el destino es caprichoso y en octubre de 2006 otro revés acaba con las viviendas. El estudio de detalle realizado por el arquitecto municipal y aprobado por el Consistorio, el de los 273 pisos, no se ajustaba a la propia normativa local. El plan debía redimensionarse, eliminar una planta y perder 60 viviendas, a lo que Hospitalet de Desarrollo se negó trasladando seguidamente el tema al ámbito judicial.

Tras analizar los áridos superficiales y del subsuelo del solar, la Conselleria de Medio Ambiente del Govern declaró oficialmente un terreno industrial como contaminado, por primera vez en la historia de Balears. Pero una nueva pregunta surgía tras ello: ¿Quién debía pagar la eliminación y el traslado de esas tierras? ¿Majorica u Hospitalet? Nuevo contencioso, más burocracia y más espera entre tierras peligrosas.

A finales de octubre de 2010, el Govern anunció que debía ser Majorica quien, como responsable directa, corriera con los gastos de la limpieza. La perlera estuvo de acuerdo y planteó tres opciones a la Conselleria en dinero y plazos. Todos ellos aplicables durante los primeros meses de 2011.

Pero los servicios jurídicos de la propia Conselleria de Medio Ambiente todavía no han resuelto las alegaciones presentadas de nuevo por Hospitalet sobre hasta dónde llega la contaminación. Hasta que no informen, no hay proyecto. Suma y sigue.