Sólo de esta forma puede definirse la amplia oferta de listas electorales de la que el electorado de Manacor ya puede gozar y repasar durante estos días festivos. Doce partidos, unos consolidados y con unos números más o menos claros y la mayoría con ansias de pescar un regidor en río revuelto. La susodicha oferta, más que ser una bendición de pluralidad, puede convertirse, en época de campaña, en un puzzle de difícil digestión. ¿Cuál será el equipo revelación de este año?, las apuestas están abiertas.

El poder de la familia y la familia del poder

Siguiendo en clave ´manacorina´, es curioso como en ocasiones la familia (natural y política) puede salvarte los muebles. El amor no entiende de ideologías. Sólo así se explica que determinadas listas estén tan sospechosamente repletas de parentescos. Hasta el punto que entre cuatro apellidos lleguen a copar hasta el 80% de una sola candidatura. Seguramente esta solución expeditiva para lograr pasar el primer corte será contraproducente a la hora de lograr un centrifugado de votos a favor... que no llegará.

Las acciones anónimas se acentúan en Manacor

Si hace más de un año un grupo anónimo de ciudadanos bautizados como Conilles Aixencades protestaba con pintadas a ras de asfalto por la ampliación de la carretera de Conies, y hace varios meses otro conjunto no identificado pegaba sobre los nombres de las calles franquistas que quedan en Manacor pegatinas con los antiguos topónimos alertando de la falta de compromiso del Ayuntamiento, ahora un nuevo colectivo autodenominado Petit Comité han ido más allá y han pintado en rojo y negro, sobre uno de los cristales de la sede del PP, la síntesis de su manifiesto en favor de la cultura catalana y en contra de la doctrina Bauzá. Más allá de todos estos hechos sin firmar, la reflexión debería ir encaminada a encontrar la fuente del hastío de una ciudadanía demasiado cansada.