Un nuevo desprendimiento de rocas en la Serra de Tramuntana causó ayer importantes problemas de tráfico en la carretera que conecta las localidades de Deià y Sóller. La caída de una roca gigantesca a la altura del punto kilométrico 57 de la carretera MA-10, que atraviesa la Serra de Tramuntana, obligó a poner en marcha medidas especiales de control del tráfico por parte de la Guardia Civil, mientras los operarios del departamento de Carreteras del Consell de Mallorca trabajaban en la zona con el fin de retirar los restos de la roca desprendida y poder así recuperar la normalidad en la jornada de hoy, según indicaron fuentes del citado departamento insular.

Las retenciones de tráfico afectaron a ambos sentidos de la carretera. El gran tamaño de la roca que se había desprendido sobre la calzada de la carretera en la madrugada del pasado lunes imposibilitó el paso de vehículos de forma simultánea por los dos sentidos de circulación, por lo que los agentes de la Guardia Civil se encargaron de regular el tráfico para no interrumpir el paso de vehículos, habilitando un paso alternativo para los coches.

Las retenciones motivadas por el desprendimiento de la roca se prolongaron durante toda la jornada de ayer, según informó el Consell de Mallorca.

Este nuevo suceso se suma al largo listado de desprendimientos de rocas que en los últimos años han afectado a la carretera MA-10, que atraviesa la montaña mallorquina de norte a sur y que es muy transitada por residentes y turistas que buscan las vistas impresionantes de la Serra que ofrecen algunos puntos de la vía.

En este caso no tuvieron que lamentarse daños personales porque la roca se desprendió en un momento en el que apenas había circulación en la carretera de la Tramuntana.