Vecinos y comerciantes contrarios al paso del tren-tram por el casco urbano de Manacor, estudian demandar al Govern si éste continúa adelante con el proyecto de convoy en superficie. Se basan sobre todo en la pérdida del derecho de paso de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) por el antiguo trazado que actualmente ocupa el carril bici del paseo del Ferrocarril, tras más de treinta años inutilizado.

"Nos hemos asesorado jurídicamente y existen casos similares a nivel estatal que demuestran que tras tres décadas de abandono, las vías retornan a sus propietarios originales. Hace 32 años que cerraron la línea hasta Artà", señaló el portavoz de la asociación de vecinos y propietarios ´Un passeig sense tren´, Rafel Pascual.

El director general de la conselleria de Movilidad (de la cual depende SFM), Antoni Verger, admitió ayer estar "sorprendido" ante el anuncio del colectivo, y aunque advirtió que "no es un derecho de paso como pudiera ser un camino, sino que se trata de un dominio público ferroviario", ya ha puesto el caso en conocimiento de sus técnicos para conocer si el supuesto es aplicable al caso manacorí.

"De ser un dominio público tal y como tememos, es imprescriptible, por lo que según uno de los principios generales en derecho no caduca nunca. Y en caso de hacerlo, el Govern siempre tendría la ocasión de recuperarlo". Por lo que respecta a los plazos para la reapertura del tramo Manacor-Sineu, Verger no se aventuró a dar una fecha concreta: "Puede tardar meses, hay 350 metros más de muro de hormigón construidos en las mismas fechas que el derrumbado que hay que estudiar".

La asociación, asimismo, ha pedido la dimisión del propio Verger, la del gerente de SFM, Jaume Jaume y la del conseller de Movilidad, Biel Vicens, por llevar a cabo "actuaciones ilegales" en diversos tramos para la rehabilitación del trazado Manacor-Artà, como pueda ser la eliminación de árboles sin replantarlos o la falta de precisión en los metros expropiados. "Además es un tren lento que tardará 115 minutos en llegar desde la península del Llevant a Palma y que no supone un avance respecto al anterior. No tiene baños para las personas mayores, ni mesas para los estudiantes", argumentó Xisco Vera, uno de los comerciantes afectados, "No podemos sobrevivir a 18 meses de obras y con todo el paseo ocupado".

Pegatinas reivindicativas

Además de las quejas jurídicas, la antigua plataforma ya ha diseñado y autoproducido pegatinas reivindicativas que está empezando a repartir entre los comercios y particulares de la zona para que las peguen en sus cristales. "Ya hemos superado los 150 afiliados", dijo Pascual.