Las obras del Palacio de congresos y su hotel anexo se encuentran en su recta final. A mediados de abril estará completamente acabado el exterior de la infraestructura. Los trabajos, no obstante, continuarán por dentro hasta agosto, tanto por lo que se refiere al Palacio como a su hotel anexo.

El presidente de la sociedad Palau de Congresos y teniente de alcalde de Turismo del Ayuntamiento de Palma, Alvaro Gijón, y el conseller de Turismo del Govern, Jaime Martínez, visitaron ayer las obras. Según explicó Gijón, los trabajos tanto del Palacio como del hotel anexo se encuentran en un 85 por ciento. Por ello, se prevé que estén completamente acabadas a finales del próximo mes de agosto o a principios de septiembre, con el fin de que esté plenamente operativo para la celebración de los primeros congresos "a finales de año".

No obstante, se calcula que las fachadas del hotel y del Palacio, así como las cubiertas estarán acabadas a mediados del próximo mes de abril. En estos momentos se están colocando los cristales que taparán parte de las celdas metálicas de la fachada del Palacio que da a Manuel Azaña y a la autopista del aeropuerto que se convertirá en un futuro en bulevar.

Estas grandes placas de cristal que se colocarán en el exterior de las escaleras metálicas serán finalmente transparentes. Inicialmente debían llevar serigrafiados motivos marinos como caballitos y estrellas de mar.

La fachada denominada norte, la que da a la calle Felicià Fuster, está prácticamente ultimada, aunque falta la colocación en determinados tramos de las placas de caliza que le da sus aspecto característico. Su estructura es radicalmente distinta a la fachada que da al mar, en la que predominará su aspecto metálico, tal como ya se observa en la actualidad.

Se trata de una fachada profunda constituida por un entramado vertical denso que, según el arquitecto que ha proyectado la infraestructura, Francisco Mangado, "rememora la densidad de las murallas". Las "celdas" metálicas que conforman tienen cuatro metros de profundidad lo que, al tiempo que evita la insolación directa del interior del recinto, permite la colocación de las escaleras mecánicas. De esta forma, cuando sean utilizadas, se podrá ver el mar en el horizonte.

El hotel contará con 268 habitaciones distribuidas en nueve plantas. En estos momentos en las dos últimas plantas ya se están dando los últimos retoques de pintura.

En el resto, los pavimentos ya están colocados, así como los paneles de madera que conforman las paredes de los pasillos. Los operarios también están colocando en estos momentos los falsos techos y ultimando las instalaciones.

En la tercera planta del hotel es la única que no cuenta con habitaciones, ya que se reserva para servicios comunes de cocina, bar y restaurante, que también podrían ser utilizados si es preciso por los congresistas, aunque no sean clientes del establecimiento hotelero. Todas las habitaciones tienen vistas al exterior y cuentan con un baño separado de la zona de dormir por un cristal.

El hotel cuenta con una planta sótano de 2.700 metros cuadrados, de los que 714 se destinarán a spa. Un total de 21 estacionamientos están asociados a este servicio. En la planta baja se destinan casi 700 metros cuadrados a recepción, bar y cafetería.

Restaurante con solarium

Desde la tercera planta del hotel arranca la pasarela peatonal que comunica con el Palacio de Congresos. En esta zona se sitúa el restaurante del Palacio, que dispondrá de una superficie de casi 500 metros cuadrados y con un gran solarium con vistas a la bahía con una superficie de 620 metros cuadrados.

Tanto el solarium como la cafetería cuentan con acceso independiente desde el exterior con el fin de que puedan ser utilizados tanto si se acude a un congreso o no.

En este mismo nivel se sitúan dos salas polivalentes con una capacidad para 400 personas cada una que, a su vez, pueden dividirse en cuatro. Junto a estas salas se sitúan dos espacios destinados a las traducciones simultáneas. En esta zona las obras están prácticamente acabadas también. Los empleados están trabajando en la colocación de los falsos techos y en las instalaciones.

El Palacio cuenta en su planta baja con otra gran zona apta para exposiciones. Esta sala tiene, además, un acceso desde el exterior por la calle Felicià Fuster, con el fin de que, si es preciso, puedan entrar en el recinto vehículos o pequeñas embarcaciones. Su altura es equivalente a tres niveles.En conjunto las instalaciones tendrán 9.000 metros cuadrados que se podrán destinar a muestras, ya sean relacionadas con los eventos o congresos que se realicen en el recinto o no.

En el espacio de la planta baja destinado a exposiciones, que es el más grande y cuenta con una superficie de 2.300 metros cuadrados, también habrá un bar cafetería de unos 200 metros cuadrados.

Por ultimo, el Palacio cuenta en su planta baja con dos auditorios. El mayor tiene una superficie de 1.618 metros cuadrados y una capacidad para 1.982 butacas. El menor, que está colocado de tal forma que puede utilizar la misma zona de tramoya, ocupa una superficie 475 metros cuadrados y dispondrá de una capacidad para 471 butacas.

A su vez, el auditórium mayor se puede subdividir si es necesario en dos, de tal forma que queda una sala con una capacidad de 1.249 butacas y otra menor de 721. En estos momentos las salas de butacas de los dos auditorios, cuyo acceso se realizará por la entrada principal del Palacio de Congresos situada en la calle Manuel Azaña, están ocupadas por una densa red de andamios, puesto que se está colocando el falso techo. No obstante, según el presidente de Palau de Congressos, Álvaro Gijón, las obras en esta zona están también bastante adelantadas. De hecho ya se ha convocado el concurso para la adquisición de las 2.500 butacas que se precisan por un importa de 1,1 millones. Se trata de unas butacas especiales ya que, además de ser de materiales ignífugos, deben tener un brazo extensible para poder tomar apuntes. Se prevé que a finales del próximo mes de mayo comience su montaje.

En conjunto, según el gerente de Palau de Congressos, Antonio Luengo, la infraestructura cuenta con 20.500 metros cuadrados edificados, a los que hay que sumar otros 17.000 metros cuadrados del hotel. Tiene además una planta sótano, que ocupa todo el subsuelo, destinada a estacionamiento con una cabida de 284 plazas.

Según Gijón, los autocares también podrán entrar en el estacionamiento para dejar a los clientes del hotel o congresistas.