­Buscarle el mejor ángulo a la ciudad, pillarle el punto a Palma, dejar muda a la palabra y que hable la fotografía. Hacerlo además en poco tiempo. Un año más, la ciudad volvió a ser el objeto más mirado en una mañana de domingo. La vigésimo octava edición de Palma Fotográfica congregó ayer a más de 450 personas, de todas las edades, que buscaron la fotogenia de la ciudad.

Cuando bajo los soportales de la plaza Major sucedían pocas cosas, los aficionados a la fotografía recogían los temas sobre los que tendrían que entregar las fotografías: el mar y la ciudad, la avenida de Jaume III y Paseo Mallorca, una foto rara y ¡Qué arte tienes Palma!

Desde la base de operaciones, donde estaba la organizadora de este veterano encuentro de cámaras, la periodista Pilar Negredo, los concursantes se dispersaron por Palma.

Tres amigos, Pedro Martorell, Diego Prohens y Marcos Torres le tomaban el pulso a la luz en la fuente de la Rambla. Diego es veterano. Lleva diez años participando. Ganó un premio el año en que el lema fue Palma en positivo. "Lo difícil es ser originales", indicó Pedro.

No muy lejos, Mara Ríos, estudiante de fotografía y admiradora de Helmut Newton y de Avedon -se quiere dedicar a la fotografía de moda- está midiendo la luz con la mirada. "Me he apuntado porque me parece interesante que te montes una historia a partir de un tema que te dan y ahí en poco tiempo tienes que dar lo mejor". En fotografía es fundamental "tener paciencia, esperar el momento", apunta.

Paciencia es la que tiene Maciej Zapior, profesor de Física en la Universitat balear, que ha colocado su trípode en el inicio de Jaume III y sobre él ha colocado su cámara analógica pentacón. Él trabajo con largas exposiciones, aunque no en el Palma Fotográfica. "Es mi afición, no mi trabajo", señala, aunque la física le sirve en su manejo de la cámara. Por el pasan las personas que van y vienen en el cruce del semáforo.

Repite de nuevo Vicente Picornell, quien solo ha dejado de participar un año, el primero, el del estreno. Ahora le acompaña su hijo Pau de 10 años. Con 8 años, quedó finalista. "Lo más difícil es ser original, y en fotografía lo que parece más fácil es lo más complicado", asegura.

Para muchos de los participantes, lo que les interesa también es "ver Palma con otros ojos". Así lo indica Marta Simó y Alain Villena. Son jóvenes, y éste es su tercer maratón.

Los trabajos seleccionados podrán verse del 4 al 31 de marzo en el Casal Solleric, y los premios van desde el primero, 1.200 euros a otros que consisten en material fotográfico. En esta edición, el Ayuntamiento propuso que el certamen incluyera el tema de Palma, ciudad inteligente.

Inteligente o no, la ciudad fue retratada a través de sus calles o sus gentes como las fotos del cuidador de gaviotas, Francisco Martí, hecha por Mateo Cañellas.