¿Crisis personal o hábil jugada?

A toro pasado muchos se preguntan cuánto ha habido de verdad y cuanto de jugada política. Como ya se dijo aquí al día siguiente de la espantada, habrá de las dos cosas. Seguramente el acoso a su esposa lo dejaría de veras tocado, pero, confiando en su poder de recuperación, reaprovechó en propio beneficio esa crisis personal, que provocó las movilizaciones de apoyo de quienes habrían sido los mayores damnificados de una dimisión: PSOE, partidos a su izquierda, fuerzas del trabajo y la cultura, etcétera. La vara de doble uso de siempre, la misma que aplicó cuando al tener que plegarse al nacionalismo para mantener el poder convirtió esa necesidad en una estrategia de reintegración de los nacionalismos al Estado. Quienes lo apoyan quizás se sentirían mejor actuando de igual modo, haciéndolo por pura utilidad práctica para unas determinadas políticas y con la durabilidad de éstas.

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