La gente, el pueblo, está desesperado al ver que pasa el tiempo y no hay forma de que se nombre un Gobierno. Estamos sin legislación, sin actividad política que realice lo necesario para llevar a cabo las acciones cotidianas para la vida social; no se han aprobado presupuestos; se mantienen los recortes en enseñanza, salud y se paga con los fondos sociales, que, una vez agotados, no podrán atender a la seguridad social, etc.

Pero qué hacen los partidos políticos mientras tanto: la poca inteligencia de sus líderes hace que éstos se dediquen a solventar las controversias que les afectan. Así el PSOE está discutiendo en su interior la figura de Pedro Sánchez y éste en vez de dimitir quiere formalizar un congreso en el que se elija al secretario general del partido y a la persona que lo represente para intentar formar gobierno. Está sumido en un caos. Es cierto que los partidos pueden pensar en su interior en posiciones distintas, que al final deban resolver democráticamente, adoptando una postura que es asumida por todo el partido. Pero ello que es bueno en general, no lo es en el estado de crisis en que estamos.

La izquierda está completamente dividida, sin tener en cuenta que sus votantes lo que desean, exigen y necesitan es que se les gobierne. Los partidos políticos existen para gobernar, no para discutir, en su interior cuestiones que les afectan de forma particular. Se me anuncia que Pedro Sánchez ha dimitido y que el PSOE será gobernado por una comisión que se va a elegir. Veremos.

¡Vergüenza señores! ¡Vergüenza!

Así lo afirmo desde este artículo de opinión, aunque sé positivamente que no se sentirán avergonzados dada su poca capacidad intelectual y seguirán en sus actividades particulares, lo que nos llevará, sin duda alguna, a unas terceras elecciones cuyo resultado será el mismo que las dos anteriores en más o en menos.

Los partidos deben reunirse y examinar las posturas que son iguales o afines y, desde esta base, llegar a un acuerdo para formar Gobierno en el que se constituyan uno o varios partidos para que, de una vez por todas, este país sea gobernado. De todas formas señores políticos, tanto de derechas como de izquierdas. ¡Vergüenza! ¡Vergüenza!