Fathi Chamkhi es un economista tunecino, miembro del Consejo de la Revolución de Túnez, víctima de largos años de prisión y exilio en tiempos del sátrapa Ben Ali. Y acaba de dar una entrevista a un periódico de Barcelona, que el periodista ha situado bajo este llamativo titular: "Los islamistas moderados no existen".

Ya en el texto de la pieza periodística, afirma que los islamistas que occidente considera "moderados" son diferentes sólo en la táctica: intentan ir por etapas, sin alertar a la comunidad internacional. Pero todos "tienen el mismo programa: el Corán como única fuente de toda ley, y simplemente lo aplican: ¿seguridad ciudadana?, cortan manos y pies a los ladrones€ ¿Políticas sociales?, la limosna y la beneficencia del Profeta para alcanzar el cielo".

Efectivamente, quien tiene une fe tan enfermiza y dogmática que está dispuesto a imponérsela a todos no se avendrá jamás a razones porque cree que posee la verdad revelada. El verdadero demócrata está siempre lleno de dudas y parte del supuesto de que el adversario puede tener razón. ¿Y cómo va a tener razón el adversario de un islamista si éste conoce la verdad porque el mismo Dios se la ha revelado?