El último informe FOESSA nos ha advertido del acelerado crecimiento del índice de pobreza en España, así como del aumento de las diferencias entre ricos y pobres en nuestro país, indicador que sugiere un adelgazamiento inquietante de las clases medias.

Sin embargo, hay otra brecha menos visible e igualmente insoportable: la salarial que se mantiene entre hombres y mujeres, a pesar de los avances políticos y jurídicos en materia de equiparación. Según un informe de UGT que analiza los datos disponibles del INE, la retribución media de las mujeres es todavía un 22% inferior a la de los hombres. Esto es, la mujer prototípica gana 5.500 euros menos al año que el varón. Esto se debe a la mayor concentración de mujeres en empleos con salarios más bajos y en contratos de jornada reducida, así como al hecho de que los hombres suelan tener preferencia a la hora de distribuir retribuciones complementarias.

La violencia de género no es el único problema que todavía tienen las relaciones entre los sexos: pervive una profunda e insoportable desigualdad que debe combatirse por todos los medios al alcance de la sociedad y de la política.