Recortes encubiertos y no divulgados para poder seguir manteniendo, de cara a la opinión pública, que no existen tales recortes y que, quien lo pregona, entra en el alarmismo y la exageración. Para decirlo con un ejemplo, es como la mesa surtida con un buen ágape que esconde la falta de provisiones básicas en la despensa capaces de atender a la siguiente comida o al primer imprevisto que se presente.

Sobran argumentos y se van descubriendo medidas probadas para sostener que el Govern está aplicando con decisión este modo de actuar. Se está viendo bien a las claras en lo concerniente a Educación y Sanidad, pero es en este último apartado, imperceptible hasta que no se necesitan sus servicios de forma imprevista, donde la medida puede causar mayor mella por cuestiones evidentes. Demasiadas veces, la atención médica, para ser eficaz, no admite demoras ni titubeos. Pero ahora, por contra, topamos con que el Ejecutivo autonómico ha hecho su propio diagnóstico de la situación y porque el déficit se reblandece con un euro de aquí y dos de allá, ha prescrito que las urgencias médicas, esas que requieren de desplazamiento rápido y atención inmediata, no tienen porqué ser tan urgentes. Además, las estadísticas y la confianza en la buena fortuna permiten alimentar la convicción de que las grandes desgracias o los accidentes complejos con varios lesionados, tampoco se prodigan con la frecuencia que algunos quieren suponer.

Pero toca a quien menos lo espera y siempre en el momento más inoportuno. Por eso, para no perecer en el intento, víctimas del nerviosismo impotente o la desesperación, resulta aconsejable hacer la terapia adecuada para mentalizarnos de que, a partir de ahora, la ambulancia tendrá motivo y causa justificada para llegar con mayor tardanza. Es más, cuanto más equipada de medios se requiera, mayores posibilidades tiene de demorar su aparición.

El Ib-Salut ha tomado la decisión de prescindir de los turnos de médico y enfermero de reserva con que cuentan cada una de las cinco unidades de vigilancia intensiva móviles que operan en Mallorca. La medida limita considerablemente la capacidad de respuesta de estos equipos sanitarios ante cualquier requerimiento de sus servicios y mucho más frente a emergencias de cierta consideración. También obligará a prolongar los turnos de 24 horas a los profesionales que acaben su jornada, en el caso de que, por cualquier circunstancia, no llegue el relevo. Está claro que, sin guardias de reserva localizadas, existentes hasta ahora, esta posibilidad de prolongación de turnos, con el consiguiente agobio y desorganización laboral que comportan, se vuelve mucho más patente.

Los sindicatos han lanzado la señal de alarma frente a la merma con que quedará el 061 ante un eventual accidente múltiple y han advertido que se entra en confrontación con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Todo será más complicado a partir de ahora en el ámbito sanitario. Mientras UGT hace las puntualizaciones anteriores, CC OO denuncia una cesión ilegal de trabajadores dentro de la actual huelga de ambulancias y se abre una nueva vía de choque desde el momento en que se encarga a gerentes de hospitales que decidan sobre el futuro de algunos PACs.