Los Premios Literarios Mallorca, que otorga el Consell de Mallorca en el marco de la Diada de Mallorca, son unos galardones para fomentar a los escritores en lengua catalana. Es una forma de dar voz a la gente que escribe en nuestra lengua, que tiene muchas menos posibilidades que, por ejemplo, los que lo hacen en castellano. No obstante, el Consell casi ha premiado más al jurado que a los escritores. Los 15 miembros del jurado nos han costado la friolera de 30.000 euros, mientras que la dotación de los galardones en sus tres categorías fue de 60.000: 25.000 para el premio de novela, 20.000 para el premio de ensayo y 15.000 al premio de poesía. Ello quiere decir que el carísimo jurado que ha elegido el departamento de Cultura del Consell, que dirige el vicepresidente Francesc Miralles, ha costado tanto como el 50% de lo que se han llevado los escritores galardonados.
El pleno de la institución insular celebrado la pasada semana aprobó el pago al jurado, otorgando a cada uno de los 15 miembros 2.000 euros para sus honorarios. Hay que recordar que la pasada legislatura estos premios fueron eliminados por su elevado coste. No sabemos si tuvieron algo que ver los altos honorarios que cobran los jurados.
La exconsellera de Cultura Esperança Camps entre los miembros del tribunal
Esperança CampsEsperança Camps, la primera consellera de Cultura del actual Pacto de Izquierdas, a instancias de Més, fue uno de los miembros del jurado en la modalidad de narrativa. Camps es periodista y escritora y es uno de los 15 miembros del tribunal que cobrará 2.000 euros por su trabajo de juzgar las obras presentadas.
Camps fue destituida en una de las primeras crisis de Més y de Govern, la sustituyó Ruth Mateu, que también cayó a raíz de la polémica con los contratos de Jaume Garaucontratos de Jaume Garau, jefe de campaña de Més. Mateu, poco después de ser destituida, entró a trabajar en el Institut Mallorquí d'Afers Socials. Ahora, la izquierda se ha acordado de Esperança Camps para hacerla jurado de los Premios Literarios de Mallorca. ¿Quién hablaba de las puertas giratorias? El resto de los 15 miembros del jurado son escritores, personas del mundo de la cultura y la literatura de Balears, Cataluña y Valencia.
La depuradora de Can Picafort, a golpe de serpiente entre Monjo y Vidal
Sant Antoni es propicio para el debate a golpe de gloses. No obstante, ayer en las 'Beneïdes' de Muro tuvimos un debate a golpe de serpientes y no unos reptiles cualesquiera: boas y pitones.
Es conocida la pugna que mantiene el alcalde de Santa Margalida, el controvertido Joan Monjo, con el conseller de Medio Ambiente Vicenç Vidal a raíz de la depuradora de Can Picafort, que el alcalde no la quiere y prefiere que se amplie la de Muro. Durante las Beneïdes pasó un chico con una boa y la acercó a los políticos. Monjo, ni corto ni perezoso, le cogió la cabeza y la dirigió hace Vidal. Al cabo de pocos minutos pasó una pitón y el consell la cogió y se la colocó en el cuello a Monjo. El diputado y presidente de El Pi, Jaume Font, estaba allí para inmortalizar la peculiar escena.
En sa Pobla el líder de Podemos, Alberto Jarabo, se permitió el lujo de hacer algunas gloses. Allí se fotografió con David Abril (Més). Antiguos compañeros de fatigas pero con más de un sablazo parlamentario a raíz del caso contratos. Por ello tal vez Abril cerró los ojos en el momento de la foto.
