Teatro para recordar la tragedia de los refugiados que tratan de escapar de la guerra. ‘Refugiats’, un proyecto escénico formado por tres obras breves ha reivindicado hoy, en el Día de los Derechos Humanos, a todos esos expatriados que acaban en manos de mafias o víctimas de la prostitución buscando el supuesto paraíso europeo.

‘El Diari d’Hamir’, de Josep Mercadal; ‘Ahmed.Ahm.Ah.A’, de Marta Barceló; y ‘Finlàndia’, de Rafel Gallego, se han representado en diferentes dependencias de la conselleria de Servicios Sociales del Govern con una puesta en escena sobria e intimista para buscar la complicidad del espectador.

Los actores, dos en cada obra, se han puesto en la piel de los refugiados buscando conmover y concienciar al público asistente con interpretaciones emotivas, a veces desgarradoras. Las representaciones han querido sensibilizar sobre un problema que ya no ocupa portadas y criticar el “buenismo” de una opinión pública europea que se compadece y mira hacia otro lado.

“No creo estar loca, aunque claro que tengo secuelas. ¿No las tendrías tú? Hace un año y medio que estoy en tránsito”, ha proclamado una actriz que interpretaba a una refugiada en ‘Finlàndia’, dirigida por Biel Jordà y representada por Catalina Rosell y Vicka Duran. Ambas han acabado representando una reunión de jefes de Estado que banalizaban el drama.

‘El Diari d’Hamir’ cuenta el viaje de ida y vuelta de un refugiado y su familia en la Alepo destruida por la guerra de Siria. Pérdida y desesperanza en una representación dirigida por Josep Mercadal, que también interpreta junto con Lucía Sánchez. “Cualquier cosa puede pasar, incluso un milagro”, ha sentenciado la actriz como colofón de la obra.

‘Ahmed.Ahm.Ah.A.’ ha explicado desde múltiples puntos de vista la tragedia de Ahmed, uno de los diez mil refugiados menores desaparecidos en Europa. Marga López y Joan Antoni Sunyer han interpretado a la madre de Ahmed, al europeo compasivo y al hombre que explota sexualmente al adolescente, entre otros personajes. La representación, dirigida por J. M. Albinyana, ha cerrado una trilogía cruda y muy actual.