¿Va a venir un millón menos de turistas a Balears en 2018? La predicción, expresada en voz alta por Gabriel Llobera durante la pasada edición de la World Travel Market de Londres, fue un misil en la línea de flotación del Govern, volcado aquellos días en convencer a empresarios y touroperadores de la necesidad de duplicar la ecotasa en temporada alta. La delegación balear encabezada por Biel Barceló sabía que no iba a ser tarea fácil, pero no esperaba una sentencia tan rotunda como la del presidente en funciones de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), la patronal más poderosa del archipiélago.

Llobera se remontó a 2002, cuando estaba en vigor la primera ecotasa y las islas perdieron aproximadamente un millón de visitantes. Aquel Govern presidido por Francesc Antich achacó la hemorragia de turistas a la incertidumbre generada en todo el mundo por el 11-S, pero el PP y los hoteleros culparon al impuesto turístico. La idea caló y la tasa acabó enterrada.

Sin embargo, los datos y proyecciones actuales desmienten una sangría similar para 2018. También la desmienten las propias acciones de los hoteleros. La ecotasa no gusta a casi nadie en el sector. Y se cuestiona seriamente que su importe se duplique de cara a un verano en el que Grecia, Turquía y Egipto arrebatará cuota de mercado a Balears. Hay quien habla de frenazo a la tendencia alcista de los últimos años, pero nada hace presagiar una pérdida tan abultada de visitantes.

Menorca, la anomalía

Las compañías aéreas ofertan este invierno -entre el 29 de octubre y el 24 de marzo- 6,2 millones de asientos, un 18,5% más que hace un año. Son plazas con origen y/o destino a Son Sant Joan. También se prevén 38.000 vuelos (un 13,3% más) y 140 rutas (24 más que en 2016).

Crece Palma y crece Eivissa. El aeródromo pitiuso oferta 1,2 millones de asientos hasta el 24 de marzo, un 24,3% más que el año pasado. Un 15% más de vuelos y tres rutas más hasta sumar un total de 22.

La anomalía está en Menorca. La quiebra de Monarch y la eliminación de dos rutas con Barcelona que hacían Ryanair y Air Europa ha mermado la conectividad de la isla, que oferta menos asientos (19,7%) y menos vuelos (22,6%).

Son las previsiones que maneja AENA en base a los datos que proporcionan las propias compañías aéreas. Sujetos a variaciones porque el invierno turístico es muy volátil, pero que hablan claro de una demanda muy fuerte. Las aerolíneas no ofrecerían más plazas si no supieran que pueden vender la mayoría de ellas.

Hay un dato -que no proyección- que ejemplifica la fortaleza de esa demanda: el pasado octubre el mercado alemán -vuelos con origen y/o destino al país germano- registró 1,1 millones de pasajeros y un aumento del 0,2% con respecto a 2016.

Otro buen termómetro para tratar de anticipar lo que puede suceder en 2018 es Carlos Muñoz, director del bedbank de Hotelbeds Group, una plataforma de reservas gigantesca con base en Mallorca.

"Según las reservas hechas para los próximos meses, parece que la demanda para visitar las Baleares continúa siendo fuerte manteniendo los precios estables. Sin embargo, recientemente hemos vuelto a notar un fuerte crecimiento en reservas para países como Turquía, Egipcio y Túnez, cuya oferta tiene precios muy competitivos. Claramente esto podría tener un impacto en la demanda de las Baleares para el próximo verano, y podría resultar en un descenso del nivel de reservas o una bajada en los precios, o ambas opciones", advierte Muñoz.

Los principales actores del sector coinciden en que los récords de visitantes de los últimos veranos no tendrán eco la próxima temporada alta. Pero bedbank, a día de hoy, no imagina una pérdida de un millón de visitantes.

Subida de tarifas y de turistas

Tampoco los hoteleros actúan como si se enfrentaran a una debacle. Hasta julio de este año han invertido 234 millones de euros en proyectos de mejora en sus establecimientos. En todo 2016 el desembolso ascendió a algo más de 133 millones. Y todavía queda mucho invierno, momento en el que cierran sus puertas a los clientes y las abren a los albañiles.

Una comparativa: en junio de este año la inversión se incrementó un 12,53% con respecto a un año antes.

Los hoteleros alegan que la subida de la ecotasa, que en temporada alta pasará a costar tres euros por persona, disuadirá a muchos turistas. Sin embargo, las tarifas de las habitaciones no han dejado de subir mientras se batían récords de ocupación. Según el Ibestat, los precios de los establecimientos de las islas han subido de media un 6,79 por ciento en el último año.

Por ejemplo: una habitación en un hotel de cuatro estrellas costaba en agosto de este año 136 euros de media la noche. Un año antes, el coste fue de 127. Es decir, hasta ahora la subida de precios no se ha traducido en una menor afluencia de turistas. Al contrario.