Después de contribuir con su voto junto a Podemos y PP a modificar en el último instante la ley que regula el alquiler turístico, hasta el punto de hacerla inaplicable, Ciudadanos pidió ayer la retirada de la normativa y la dimisión del conseller que la impulsó, el de Turismo, Biel Barceló. Se encargó de ello la diputada Olga Ballester, que se refirió a la regulación como "Ley Frankenstein", precisamente el nombre que, en declaraciones a Diario de Mallorca, le dio el vicepresident y conseller Barceló, en referencia a la mutilación de la que fue objeto un proyecto que ahora no sirve ni para regular el arrendamiento turístico ni para perseguirlo. Ballester define la ley de modo similar, al asegurar que tal como ha quedado es "deforme y caótica y, por tanto, inaplicable".

El conseller ha dedicado todo el fin de semana a buscar opciones para corregir la ley y devolverle su formulación original, ya que los cambios introducidos por Podemos, PP y Ciudadanos hacen que hoy no está prohibido el alquiler turístico en pisos, pero tampoco esté permitido.