"La Universitat actuó bien y a tiempo con el caso Minerval", ha asegurado el rector Llorenç Huguet aludiendo al presunto fraude protagonizado por dos catedráticos de la UIB que supuestamente vendían falsos medicamentos en el campus a pacientes afectados por cánceres terminales. La actuación de las autoridades universitarias se ajustó a los principios de presunción de inocencia y de protección de datos de los afectados que, recalcó, deben regir en estos casos.

El rector aseguró que fue la UIB, a través de su Consell Social, la que denunció este presunto fraude a la Fiscalía. Y que lo hizo cuando tuvo pruebas de ello, remarcó haciendo referencia al encuentro frustado que mantuvieron un año antes, en el verano de 2015, con un testigo de los hechos que finalmente se retractó de su testimonio.

Tanto el rector como el presidente del Colegio de Médicos, Antoni Bennàssar, quisieron desmarcar al conjunto de los investigadores de la UIB de estas presuntas prácticas en el transcurso de la firma de un convenio de colaboración entre ambas instituciones. Y pese a que admitió que este asunto llegará a la campaña electoral para la elección del máximo mandatario de la universidad que se determinará a finales del próximo mes, Huguet hizo un llamamiento para que todos los candidatos vayan de la mano con este asunto que no dudó en calificar de "tema institucional".