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Sexualidad

Educación sexual, combatir los mitos

Aún hay jóvenes que creen que pueden quedarse embarazadas nadando en la piscina. En una comunidad con una edad de inicio a la actividad sexual muy temprana, varios programas y servicios tratan de concienciar a los jóvenes de los riesgos, desmontar las falsas creencias sobre la sexualidad y gestionar el afecto y las emociones.

Jóvenes haciendo cola para recoger un ´kit de supervivencia sexual´ el pasado miércoles en la UIB. m. mielniezuk

El Informe PISA no mide los conocimientos en sexualidad ni puntúa cómo gestionan sus sentimientos y afectos los jóvenes. A la OCDE no le interesa eso. Si se hiciera esa evaluación, ¿qué resultado sacarían los chavales de Balears?

No lo sabemos . No existen estos datos, pero tenemos otros que dan pistas sobre el estado de la cuestión en las islas.

La media de edad de inicio a las relaciones sexuales es de 15 años, antes que en el resto del país, que es de 16,5 años. El archipiélago es una de las comunidades con mayor incidencia de VIH del país y el 25% de los nuevos diagnósticos se dan en personas menores de 29 años (la principal vía de contagio son las relaciones sexuales sin protección: a las nuevas generaciones el ‘póntelo, pónselo’ no les llegó y se ha bajado la guardia al no percibirlo como un riesgo real).

En 2015 abortaron en Balears 274 jóvenes menores de 19 años (ocho de ellas tenían menos de 14 años). Los contagios de sífilis van a la baja desde 2014, aunque la comunidad balear sigue siendo de las que más casos tiene de España. Según un estudio que se hizo en las Pitiüses, el 18% de los jóvenes que habían tenido relación sexual con penetración no habían usado ningún metodo anticonceptivo y el 27% había usado alguna vez la píldora del día después.

Enfermedades y embarazos

Estos son solo algunos de los hechos que se incluyen en el prólogo del proyecto de educación para la salud que impulsa desde 2010 la Coordinadora Autonómica de VIH/Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) en centros de ESO y Bachillerato. El objetivo: prevenir el contagio de estas enfermedades así como los embarazos no deseados.

Para ello, dan a los profesores herramientas y materiales para abordar estos temas con sus alumnos de 3º y 4º de ESO, de Bachillerato y Formación Profesional. Normalmente se hace en tiempo de tutoría, aunque también, a veces se imparte en Biología al tocar el tema de anatomía y reproducción.

El objetivo es que los chavales sepan identificar situaciones de riesgo; se conciencien de la necesidad de usar métodos anticonceptivos y de prevención; destierren falsas creencias sobre maneras de evitar un embarazo; y gestionen la presión del grupo, de las amistades y la pareja.

Entre 2011 y 2016 han participado 7.656 jóvenes en este programa coordinado desde la dirección general de Salud Pública un grupo de “entusiastas. Lo encabeza Rosa Aranguren y la respaldan Margalida Ordinas, Glòria Jaume y Antònia Tomàs.

La directora del equipo señala que la educación sexual sigue siendo una importante carencia en nuestro país y en Balears, si bien aclara que en ningún caso cree que haga falta crear una asignatura específica, sino enseñarlo como algo transversal.

Estas cuatro mujeres tratan de concienciar y animar a los profesores a impartir el programa. Y lo logran, ya que cada vez encuentran más demanda, y no solo entre los docentes jóvenes.

“Hay profesores que tienen cierto miedo, que te dicen ‘no sé si me atreveré”, indica Ordinas, “sigue siendo un poco tabú, se toca un tema íntimo y los profesores tampoco están acostumbrados”. La cuestión es aprender para luego enseñar y el material que se les proporciona para ello es muy completo e incluye propuestas de dinámicas de grupo para que los chicos aprendan a manejar situaciones como “la negociación del preservativo”, por ejemplo.

Ideas equivocadas

¿Persisten muchos mitos y falsas creencias? Ordinas cree que sí: “Tienen ideas equivocadas, aprenden de sus iguales y se van transmitiendo los mitos”. Aranguren relata que están en un momento en el que tienen acceso hay muchísima información a su alrededor, lo que tiene una parte positiva si comparamos con tiempos pasados más oscuros, pero también un efecto negativo, ya que en el océano de internet hay muchos datos falsos e incorrectos que inducen a engaño.

Y para falso, el porno: la otra fatal enciclopedia con la que los jóvenes pretenden aprender algo cuando lo que se les transmite está muy lejos de ser la realidad: “Hay mucha información y mucha desinformación y hay que enseñarles a cribar”. Y eso también es educación sexual.

Entre los materiales que utilizan los institutos se incluye una presentación con diapositivas que van desmontando mito a mito. Como la que recuerda que es falso que no te puedes quedar embarazada en la primera relación coital; cuando se tiene la regla, haciendo la ‘marcha atrás’; o con una ducha vaginal posterior. O la diapositiva que recuerda a los chavales que aunque una persona sea muy limpia te puede contagiar una infección.

Ambas técnicas creen muy necesario este tipo de programas en una comunidad como la balear donde “todo empieza muy pronto”. Ellas lo achacan al clima, al cambio de cultura y de mentalidad que supone el turismo (y al aumento de posibilidades de tener un contacto sexual: “Si hay más movimiento, hay más oportunidades”) y al hecho de que Balears “no es una comunidad especialmente religiosa”. En Canarias la edad de iniciación al sexo es similar a la de Balears, antes que en el resto del país, lo que entienden que refuerza su teoría.

Los docentes no siempre están solos para implantar este programa: a veces les respaldan en esta tarea profesionales de servicios sociales o, más habitualmente, personal sanitario de ConsultaJove.

Este otro plan hace doce años que se aplica en centros educativos de las islas. Un profesional del centro de salud del barrio (enfermeros, comadronas, pediatras o médicos de familia) acude una vez por semana al instituto durante el tiempo del patio para atender las inquietudes de los adolescentes.

Y su principal inquietud es la sexualidad. Lo prueban los datos: el curso pasado este programa de la dirección de Atención Primaria se llevó a cabo en 47 centros educativos y atendió a 20.236 jóvenes, que plantearon un total de 8.399 dudas. Casi el 60% de los interrogantes que plantearon tenían que ver con la sexualidad y la afectividad.

Porque la afectividad, la gestión de los emociones, también va en el paquete, aunque “sexualidad” se suele asociar únicamente a “genitalidad” o a riesgos.

Por ello, además de este material para el programa de prevención, Aranguren y su equipo, en colabora con la dirección general de Innovación Educativa de la conselleria de Educación, realizan cursos online de formación para el profesorado en educación afectiva y sexual. En estos cursos además de las cuestiones relacionadas con prevención de enfermedades y demás, se tratan temas como la sexualidad en positivo, gestión de emociones, erótica y autoerótica, cómo ligar, cómo tener buenas relaciones...

Afecto y sexualidad en positivo

El próximo año Aranguren y su equipo van a empezar a promover en algunos institutos otro programa para alumnos en el que se incluirá toda esta parte de afectividad y sexualidad en positivo. “Lo ideal sería empezar ya en Educación Infantil”, apunta Aranguren. ¿Qué se puede trabajar de este tema con niños de tres años? “Muchas cosas: la autoestima, la asertividad, el afecto...”.

Con este nuevo plan se quiere ir más allá, y se pueden trabajar y atajar problemas de convivencia escolar e incluso de violencia de género. La responsable de la Coordinadora Autonómica de VIH/SIDA cree que está habiendo un retroceso en este sentido con el tema de los celos: “Las jóvenes lo vuelven a ver como si fuera una prueba de amor”, lamenta, “por esas ideas del amor romántico y otras memeces que las mujeres de mi generación ya nos quitamos de encima y que ahora vuelven”.

También ahora, con el móvil (Whatsapp, Facebook...) hay “más métodos para controlar” a la pareja, razona Ordinas, que ha percibido que hay chicas que por lo general están empoderadas y no se dejan achantar por los chicos, pero que sí toleran cierto control y actitudes machistas en cuanto se convierten en novia de alguno.

El papel de las familias

En cada vez más aulas se habla de sexualidad y de emociones, ¿cómo lo llevan las familias? Aranguren y Ordinas aseguran que los profesores no les han reportado reacciones negativas por parte de los padres: “En la reunión de principio de curso se deja claro que se va a hacer esta actividad y qué temas se van a tocar y no tiene por qué haber problemas”. Ahora están estudiando como aumentar la implicación de los progenitores.

¿Hablan las familias de este tema con sus hijos? Hay de todo. “En mi casa sí”, señala una alumnada de la Universitat de 18 años, “pero como algo natural, así mientras cenamos a lo mejor sale el tema, no es que cojan, me sienten y me digan ‘vamos a hablar de esto”. Las dos compañeras que van con ella, de 17 y 19 años, asienten: “Sí, en nuestras casas es igual”. ¿Saben sus padres que tienen relaciones? Sí. Sin problemas.

Kit de supervivencia sexual

Estas jóvenes son tres de los 250 estudiantes que el pasado miércoles recogieron un ‘kit de supervivencia sexual’ (con preservativos, una cajita para llevarlos y algún regalito más, como lubricante) en la SexConsulta de la UIB, un servicio que cada miércoles ofrece PalmaJove en el campus universitario. Al frente está la psicóloga y sexóloga Ana Maria Madrid.

Este servicio ofertado por el ayuntamiento de Palma atiende también, con cita previa, en el número 6 de la calle Sant Pere a jóvenes de entre 14 y 35 años, aunque la mayoría de usuarios hacen sus consultas por mail a través de la web palmajove.es: “Aún hay vergüenza”, indica Madrid, que engloba las dudas principalmente en tres bloques temáticos: métodos anticonceptivos; tema afectivosexual; y lo que llama ‘follón emocional’ (y donde cabe casi de todo).

“Vienen chicas, a partir de los 17 años, con muchas dudas sobre anticoncepción y sobre todo de la píldora”, narra, “muchas no saben cosas importantes, como que el antibiótico puede anular su efecto”. Aún hay algunas que preguntan si es posible quedarse embarazada nadando en una piscina.

En el segundo bloque de dudas, la categoría afectivosexual, entrarían los interrogantes sobre ‘la primera vez’: “No he sentido nada, ¿es normal”, le preguntan las chicas de entre 14 y 17 años, que han recibido mucha información falsa del porno y de las amigas y luego se encuentan con que la realidad “no encaja”. Ni fuegos artificiales ni orgasmo simultáneo (y puede que de ningún otro tipo).

La sexóloga habla sobre todo en femenino porque la mayoría de gente que llama a su puerta o le escribe son chicas: “A ellos les cuesta mucho más hablar de esto, de la parte emocional y de su virilidad, ¡imagínate hablar de eso!, y ahí hay una cuestión educativa de género importante también”, señala Madrid, que además es vocal de igualdad en el Colegio de Psicólogos.

Follón Emocional

En el bloque de ‘follón emocional’, la psicóloga incluye cuestiones que tienen que ver con lo que ella denomina la “educastración”, como dudas sobre si una determinada práctica sexual “está bien o está mal”.

También encuentra que las nuevas generaciones tienen problemas para crear vínculos y eso les genera frustración.“Todo es muy efímero y va muy rápido”, apunta, “y algunos de ellos sí querrían algo más estable”.

Otra cuestión que inquieta a las jóvenes y se relaciona con su autoestima es “el miedo a quedarse sola” si no acceden a tener relaciones, aunque Ana Maria Madrid también está constatando que las chicas “están cada vez más empoderadas”.

Las expertas consultadas creen que hay temas en los que se ha avanzado, pero que en el tema de la sexualidad, como en todo, la cuestión clave sigue siendo dar a los jóvenes información veraz y ayudarles a tener criterio para distinguirla.

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