La presidenta de la patronal hotelera, Inma Benito, acudía ayer a su comida anual con los medios de comunicación con el buen cuerpo que deja una temporada récord y la sensación de que, aún así, el sector vive tiempos complicados, en los que le cuesta transmitir a la sociedad que los hoteleros quieren prosperidad compartida, no solo beneficio privado. "A veces somos unos grandes incomprendidos", decía durante la comida en el restaurante Marea, del Iberostar Playa de Palma, antes de recalcar que el negocio ha sido "muy bueno" en 2016 y lo seguirá siendo en 2017 y "posiblemente algún año más".