La inversión privada que llega a la construcción balear está creciendo a ritmos espectaculares durante este año. En los nueve primeros meses del presente ejercicio ésta ha alcanzado un valor de 798,3 millones de euros, a enorme distancia de los 449 millones del mismo periodo de 2014. Todo ello gracias al impulso que se registra en la edificación de viviendas y en las actuaciones vinculadas al sector turístico, según los datos facilitados por la asociación balear de constructores.
Un aspecto se destaca sistemáticamente: aunque este año la inversión está creciendo a un ritmo del 78%, hay que tener en cuenta que la caída que ésta ha registrado a lo largo de la crisis ha sido extremadamente dura, por lo que se sigue lejos de alcanzar los niveles de actividad que desde este sector se consideran adecuados.
En cualquier caso, el impulso más notable aparece por fin en la edificación residencial, la fuente de actividad tradicionalmente más importante para las empresas constructoras isleñas. De este modo, la edificación de viviendas ha supuesto durante los primeros nueve meses de este año una inyección económica de 530,8 millones de euros, lo que supone casi duplicar los 270,4 millones del mismo periodo de 2014.
En este apartado, hay que destacar el fuerte impulso que vienen registrando los proyectos vinculados a la edificación de viviendas unifamiliares, pero se valora el que comiencen a reactivarse también los proyectos de plurifamiliares, de forma especialmente acentuada en Eivissa.
Destacable es el ritmo de crecimiento de la obra turística (donde se enmarca la reforma de hoteles) con 190,2 millones de euros entre enero y septiembre del presente ejercicio, frente a los 100,8 de 2014, lo que supone un alza del 88,7%.
El único dato negativo es el de la edificación no residencial (como centros comerciales), con 77,2 millones de euros, ligeramente por debajo de los 77,7 de 2014.
