Según fuentes oficiales de la Conselleria de Medio Ambiente, la inversión en limpieza y obras de mantenimiento de los torrentes de las islas ha disminuido drásticamente respecto a la media anual del Govern de la anterior legislatura. Añaden que este recorte en presupuesto les obligará a reducir el número de actuaciones. Este recorte puede poner en riesgo de inundación ciertas zonas de las islas, después de uno de los veranos más calurosos.
La partida para el mantenimiento de torrentes de este año ha bajado hasta los 160.000 euros en Balears. Esta cifra supone un cambio contundente en la política de inversión en arroyos ya que la media de la legislatura pasada se situó en 1,1 millones de euros, lo que significa una disminución del 85% de la inversión.
El año con el presupuesto más alto fue 2011. Fuentes oficiales de la Conselleria confirman que ese año la partida fue especialmente alta, pero que a partir de entonces comenzó a descender hasta la modesta inversión para este año. Añaden que, aunque sea bajo, el gasto en el mantenimiento de los cauces fluviales de la isla de 2015 no es la más austera de los últimos años.
Balears cuentan con una superficie de 600 kilómetros de torrentes. Unos 500 kilómetros se encuentran en Mallorca, y entre 50 y 60 kilómetros en Menorca y en Eivissa. A causa de la bajada del gasto, las repercusiones se notarán en la extensión en la que la Conselleria podrá actuar.
Según fuentes oficiales del Govern, van a tener que priorizar dónde realizar los trabajos. Las zonas con el mayor número de casas cercanas a torrentes o a las que más negativamente pueden afectar unas inundaciones serán las primeras en recibir los trabajos de conservación.
La limpieza y las obras de los torrentes son necesarias para evitar inundaciones durante el invierno, según técnicos del Govern. Aseguran que descuidar el estado de los torrentes produce atascos, arrastres de materiales y taponamientos del paso en zonas estrechas.
Las situaciones graves se producen cuando las casas o los campos se anegan, creando daños personales y pérdidas económicas para los agricultores. Sin embargo, las macroinundaciones en carreras secundarias y vías más pequeñas son las situaciones más comunes.
Las limpiezas consisten en la poda de plantaciones y su posterior quema, y la recogida de residuos que se llevan a vertederos. Este saneamiento se efectúa de forma manual o con desbrozadoras. Los principales materiales recolectados en el mantenimiento de los torrentes son los restos de podas con desbrozadoras, tierra y piedras que van cayendo y restos de obras y plásticos, aunque en menor medida.
Los trabajos de conservación y mantenimiento de la red hidrológica se efectúan desde el mes de septiembre a noviembre, antes de que las lluvias empiecen a ser más fuertes y habituales. Estas tareas de mantenimiento se realizan cada año para evitar las inundaciones de pueblos como en Manacor, Marratxí, Bunyola y Santa Maria, donde ya han ocurrido en años anteriores. Pero el riesgo de este año es mayor por las altas temperaturas registradas este verano.
La Conselleria tiene otorgados nueve contratos de trabajos de limpieza y conservación. Uno de los métodos más naturales es soltar burros en los torrentes, que en la actualidad se encuentran en Sa Riera de Palma.
Sin embargo, para que estos animales se coman las plantas del cauce fluvial, la vegetación tiene que ser joven. Además, para que asnos ingieran las hierbas sobrantes, se tiene que efectuar una poda preliminar. Fuentes de la administración aseguran que este método es minoritario porque a estas limitaciones se le tienen que sumar la imposibilidad de transportar a los animales a zonas de difícil acceso, como la Serra de Tramuntana, y la ausencia de agua en el torrente.
En el torrente entre Muro y Sa Pobla, se construirá un muro para reforzar los lados del afluente y evitar la erosión y el taponamiento, ya que la tierra va cayendo.
