"Es un a muy mala noticia para la familia turística internacional". Esta frase, pronunciada por la presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, Inma de Benito, en relación a los atentados registrados ayer, y sumada a su pésame a las familias de las víctimas, fue secundada por las principales organizaciones empresariales de las islas vinculadas a esta actividad y por el propio Govern balear. Y aunque en algún caso se recordó que la imagen de Balears está muy vinculada a la de 'destino seguro', se destacó la necesidad de mantener el mayor despliegue posible de los cuerpos de seguridad en las zonas turísticas.

La presidenta de la patronal Caeb, Carmen Planas, señaló su horror y su consternación ante los atentados que, en el caso de Túnez, afectaron además a un hotel de la cadena mallorquina Riu, a lo que sumó sus condolencias a los familiares de las víctimas y a la citada empresa isleña, con un mensaje muy similar al de la representante hotelera.

El presidente de la asociación de agencias de viajes de Balears (Aviba), Antonio Abrines, ofreció igualmente sus condolencias y lamentó lo sucedido. En su opinión, la imagen de las islas como destino seguro es un factor que puede provocar que incluso se vea beneficiada por el desvió de turistas que inicialmente tenían previsto pasar sus vacaciones en Túnez, pero igualmente advirtió de que lo sucedido resulta lamentable para el conjunto del sector turístico, y lamentó además los daños que ello pueda generar a una empresa isleña como Riu.

Su homólogo en la asociación mallorquina de atracciones turísticas (Amat) y en la confederación de patronales turísticas de las islas, Antonio González, se sumó a esas condolencias y repulsa, y consideró también que lo sucedido inicialmente no debería tener efectos sobre la actividad del sector en el archipiélago. Sin embargo, coincidió en que se trata de unos hechos extremadamente negativos, por lo que hizo un llamamiento a todos los Estados para intensificar la lucha contra este tipo de "fanatismos". Además, reclamó que no se ahorre en medidas de seguridad en los destinos turísticos como el balear, ya que "una deficiente seguridad puede acabar con la mejor gestión del mundo". En este sentido, advirtió de que un incidente como el de Túnez, una vez se ha producido, "no tiene marcha atrás" por lo que a deterioro de la imagen de una zona se refiere.

El presidente de la asociación balear de salas de fiestas, Jesús Sánchez, expresó su "máxima preocupación" ante los atentados que se registraron durante el día de ayer, y expresó su repugnancia ante la "brutalidad" y "barbarie" demostrada en su ejecución, como en el caso de la decapitación de una persona. Por todo ello, consideró que no cabe en estos momentos plantear si lo sucedido en un destino competidor puede tener efectos positivos sobre la temporada turística balear. En cualquier caso, sí solicitó a los cuerpos de seguridad del Estado la "máxima tensión" en el desempeño de sus funciones, y recordó que esta petición se ha venido presentando durante los últimos días a los responsables políticos, como en un encuentro celebrado con el subdelegado del Gobierno en Eivissa.

El presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca, José Luis Roses, también expresó su pesar ante la pérdida de vidas humanas y sus condolencias a las familias de las víctimas. Además, señaló su solidaridad por los perjuicios que se hayan podido ocasionar a una cadena hotelera mallorquina. En su opinión, lo sucedido ayer tiene un impacto negativo y resulta "muy preocupante", ya que "el miedo es un mal compañero para el turismo", pese a reconocer también que Balears cuenta con la ventaja de estar considerada como una zona muy segura.

El presidente de la asociación de distribuidores de alimentos y bebidas de las islas y vicepresidente del Fomento de Turismo, Bartolomé Servera, subrayó muy especialmente su solidaridad con las familias de las víctimas y también con la empresa Riu, pero además consideró que lo sucedido solo tiene una lectura negativa para el conjunto de la actividad turística, especialmente porque "nadie sabe donde pueden dar el próximo golpe". Servera se mostró especialmente crítico con el hecho de que en su opinión los Estados democráticos no terminan de tomarse en serio este tipo de terrorismo, y reclamó que "se entienda de una vez que esto es una guerra y que la estamos perdiendo". Por ello, exigió la adopción de medidas para combatir este tipo de movimientos terroristas.

Otras reacciones

Las Administraciones isleñas se sumaron a la repulsa generada por los atentados. En concreto, desde el Govern se expresó su condena de los atentados y su solidaridad con las víctimas.

El conseller de Turismo en funciones, Jaime Martínez, se sumó a esta repulsa y coincidió con los representantes empresariales en que se trata de una "mala noticia" para todo el sector turístico internacional. Por ello, expresó su solidaridad con este colectivo y muy especialmente con la cadena mallorquina Riu. Martínez también puso de relieve la seguridad existente en las islas, y destacó que los contactos con el Gobierno central para reforzar la vigilancia en las zonas turísticas han sido constantes, y que la labor que los cuerpos de seguridad realizan en este sentido es "excelente".

El coordinador general de Més, Biel Barceló, que se perfila como el futuro responsable del área de Turismo en el próximo Govern, lamentó los atentados y expresó su solidaridad con las víctimas, sus familiares y amigos, además de admitir su consternación y preocupación por lo sucedido.

Los ayuntamientos de Palma y Calvià remitieron sendos comunicados destacando su condena ante lo que se calificó de muestras de "violencia y barbarie". El alcalde palmesano, José Hila, expresó en nombre de toda la ciudad su pésame a los familiares de las víctimas y el "profundo sentimiento de solidaridad que todos tenemos en estos momentos".

La formación política Ciudadanos de Balears se sumó a la condena contra los atentados terroristas que además han golpeado a una empresa mallorquina y expresó su apoyo a las víctimas.