El juez José Castro tiene ganas de culminar la instrucción del caso Nóos, de la que, salvo sorpresas, únicamente resta la apertura de juicio oral, un auto que el magistrado desearía dictar antes de Navidad. Castro mantendrá la acusación, por dos delitos fiscales, contra la infanta Cristina y determinará que en el caso Nóos no es aplicable la doctrina Botín.
Al magistrado le quedan 7 días hábiles para dictar el auto final del caso Nóos, dado que hoy no se espera esa novedad y su juzgado se halla de guardia.
Las intenciones del juez son emitir el auto antes del día 24 y, si no le da tiempo, aplazar su salida hasta después de Reyes.
El magistrado estudiará en los próximos días las peticiones de sobreseimiento cursadas por los abogados de la Infanta y de Alfonso Grau, el primer teniente de alcalde de Valencia.
Se da por seguro que el instructor rechazará las tesis de los abogados de doña Cristina que, al igual que el fiscal anticorrupción Pedro Horrach, sostienen que no se puede abrir juicio oral contra aquella debido a que ni la Abogacía del Estado (Hacienda) ni el ministerio público le acusan de delito fiscal.
Según estas partes, ni la Ley de Enjuiciamiento Criminal, ni su interpretación por los tribunales (doctrina Botín) facultan a una acusación popular a mantener una acusación por delitos fiscales. El veto nace de que ni la Agencia Tributaria ni el fiscal se sienten perjudicados y no incriminan a nadie.
Por el contrario, tanto Castro como los magistrados de la sala segunda de la Audiencia de Palma mantienen que si Hacienda formula acusación por delito fiscal contra algunos imputados, en este caso Urdangarin y Torres, sí es factible que una acusación particular pida la condena para un tercero: la Infanta. El auto será, en principio y salvo excepciones, firme. Después las defensas tendrán que redactar sus escritos.
