Entre 7.400 y 9.000 hogares de Balears subsisten únicamente gracias a la pensión de los más mayores, al estar el resto de los miembros de la familia desempleados y no recibir prestación alguna.

Así lo expuso ayer Ferran Lluch, del Servicio de Estadística de Baleares que ha analizado "los impactos ocultos de la crisis económica en la tercera edad" en su aportación al Anuari de l'Envelliment. El anuario que fue presentado ayer ha sido dirigido por Carme Orte, catedràtica de Pedagogía de la UIB y miembro del Grupo de Investigación y Formación Educativa y Social (GIFES).

Lluch deploró que "no se agradece suficiente ni se tiene en cuenta el papel de las personas mayores en el apoyo económico y social" a las familias en situación de crisis; que además de sustento económico, acogen a familiares en su casa, se encargan de los nietos, ayudan en el pago de la hipoteca y el alquiler, e incluso de la comida y otros productos necesarios. Además de sacrificios económicos, con esta situación las personas mayores sufren además presión psicológica, que a la larga puede suponer efectos negativos para su salud.

Por su parte, Orte explicó que los datos de Baleares en cuanto a envejecimiento poblacional son mejores que los nacionales, pero aún así, aproximadamente el 15% de la población tiene más de 65 años, frente al 18% en el conjunto de España. La directora de la Cátedra de Atención a la Dependencia y Promoción de la Autonomía Personal preció que más de la mitad del colectivo de mayores son mujeres y reivindicó la necesidad de dar más voz a este colectivo "invisible".

El Anuari toca gran variedad de aspectos relacionados con la vejez: de la sexualidad y la inmigración a las posibilidades y beneficios del envejecimiento activo, o la cobertura de la ley de dependencia. Respecto a este tema habló precisamente el ponente invitado para la presentación del Anuari, Guillem López Casasnovas. Lluís Ballester y Apol·lònia Miralles reflejan en el Anuari cómo ha evolucionado el sistema de dependencia en los últimos años y entre oras cosas reflejan que debido a los recortes el número de beneficiarios ha caído un 41% en Balears y un 37% en España.

En otro artículo Maria Isabel Amer y Maria Isabel Cuart analizan y ponen números a la soledad de las personas mayores, ya que 83.310 viven solas (una de cada cuatro). De estas, más de 18.000 tienen más de 85 años.