La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Palma, Aina Calvo, manifestó ayer que "en política uno puede optar por luchar o por consentir que te echen", en alusión a la decisión del alcalde de Palma, Mateo Isern, de no presentarse a la reelección. Para Calvo, "unos luchamos, y yo me identifico con eso y hay otros que consienten que se les eche, y cada uno decide cuál es la posición que quiere tomar".

En opinión de la también exalcaldesa de la ciudad, la retirada de Isern de la vida política una vez que concluya el actual mandato "no puede ser una buena noticia porque supone dejar la ciudad en manos del presidente del PP de Palma, José María Rodríguez". Por ello, para Calvo, "si el resultado de todo este proceso es el reforzamiento del señor Rodríguez, no solo pierde el PP, pierde también la ciudad, por eso hago la diferencia entre luchar y permitir que te echen".

En relación al futuro candidato del PP, Calvo no quiso pronunciarse por que nuestro adversario "es la exclusión social, la falta de ilusión y la perversión política". A su juicio, "estamos gobernados por unos mandatarios que no creen que todos somos iguales ni que debemos tener las mismas oportunidades". Tras la retirada de Isern, la portavoz socialista insistió en que es importante "no perder de vista la gestión realizada en este mandato caracterizada "por una importante ceguera social, con datos de desigualdad tremebundos, con una mayor explotación laboral, peor calidad y con altos índices de pobreza".

En relación al avance del Plan General, Calvo reclamó una mayor participación ciudadana, además de denunciar "el urbanismo a la carta realizado a lo largo de estos tres años y medio".

En concreto, se refirió al "regalo de Can Angelí, la licencia para la contrucción de un gran centro comercial en el Coll den Rebassa y al visto bueno para dar una altura mas a un inmueble el que el president Bauzá tiene un piso".