"Esta conselleria no destinará ni un solo euro, ni comprometerá un solo gasto que no tenga cobertura presupuestaria". La consellera de Educación que sabe lo mismo que cualquiera de Educación (según ella) tampoco parece controlar demasiado de números, pese a pasar los dos primeros años de Govern Bauzá de alto cargo en Economía: tras asegurar que no gastaría un euro que no estuviera en los presupuestos, su departamento se vio obligado a pedir auxilio para pagar las nóminas. Y no pidió "un solo euro", como decía Camps, sino los 9.055.054 euros precisos para cumplir con la plantilla.

Aunque no es ésta la corrección más importante de las cuentas de un Govern que se vio obligado a ampliar partidas que en su día presupuestó muy por debajo de lo necesario (como advirtió entonces Diario de Mallorca). Es el caso por ejemplo de la de dependencia, que creció en 21,5 millones gracias a una ampliación de crédito indispensables. O una correción con la que el Ib-Salut engordó en 35 millones de euros el dinero para farmacias, y otra que hubo que habilitar para una sentencia judicial en contra de la comunidad por valor de 19 millones.

En total las ampliaciones ascendieron a 64 millones, según figura en la ejecución presupuestaria de la comunidad en 2013. Aunque eso no supondrá que no haya asignación para pagarlas. O eso garantizan en la Conselleria de Hacienda, en la que apuntan que todos estos gastos imprevistos se computaron dentro del déficit de la comunidad, con lo que el Govern puede pagarlos endeudándose a través del fondo de rescate del Gobierno Rajoy (el llamado FLA, Fondo de Liquidez Autonómica). "En este caso lo que hacemos es sacar facturas de los cajones, dándole dotación presupuestaria a unos gastos que se hicieron y no estaban en las cuentas. Si no hubiéramos hecho esa ampliación no se podrían pagar", apuntan desde la cúpula de Hacienda.