­Con permiso del paseo lunar de Armstrong, nunca trece pasos generaron tanta expectación mediática a nivel internacional como los que dio ayer en Palma la infanta Cristina, que fue definida erróneamente como "la princesa española". Los trece pasos y las ocho horas de declaración tuvieron su espacio y su seguimiento en la portada de las páginas web de medios como la británica BBC, el italiano Corriere della Sera, el diario argentino Clarín, el alemán Frankfurter Allgemeine o el mexicano La Jornada, que incluso le dedicó un editorial.

Todos los medios que ofrecían información sobre la visita de la duquesa de Palma a los juzgados hacían mención al deterioro de la imagen de la monarquía en nuestro país.: "Es un precedente en la historia de la monarquía española, debilitada ahora por los escándalos", resumía Le Monde, que al conocer la imputación de la Infanta ya había publicado un artículo con una pregunta rotunda: "¿Podrá escapar de la justicia la princesa española?".

Fueron varios los medios extranjeros que no se andaron con paños calientes. "Me llamo Cristina y no sé nada", titulaba por la tarde el Frankfurter Allgemaine Zeitung. Este veterano y prestigioso diario resumía que las respuestas más frecuentes a las más de cien preguntas que le planteó el juez a la infanta fueron "no sé o "no me acuerdo" y la frase más importante: "Confío en mi marido".

"El (breve) Via Crucis mediático de la Infanta", encabezaba el Corriere della Sera, diario que huyó de la palabras suaves y el tono aséptico para describir la escena: "La princesa bajó forzando una sonrisa, como acostumbraba a hacer en las ocasiones en las que representaba al Estado. Sonrisas y saludos un poco fuera de lugar en ocasiones como ésta", concluían.

Para la británica BBC la noticia mereció ser una de las ´top stories´ del día; la más importante, de hecho. La crónica de Tom Burridge comenzaba intentando transmitir al lector la relevancia del acontecimiento: "Por primera vez en la historia un miembro de la familia real española tiene que comparecer en los juzgados para una investigación", señalaba el periodista. "Inocente o no, muchas personas creen que este escándalo ha causado un daño significativo a la credibilidad y la reputación de la familia real española". El autor señalaba que la propia Casa Real ha admitido "que el caso ha dañado la reputación y credibilidad de sus miembros" y que explica "en parte" la caída de la popularidad del rey don Juan Carlos. Los ciudadanos ingleses también pudieron informarse sobre este asunto a través de las páginas de The Daily Telegraph y de The Times, que llevaban la noticia en portada; pero no en The Guardian, que no ofreció información del día.

La web de The New York Times no llevaba información del día sobre la imputación de la infanta Cristina en su página principal, pero sí recuperaba un análisis del mes anterior titulado En el drama real, España ve reflejada su realidad. La cadena CNN hablaba de "declaración histórica".

El diario mexicano La Jornada tuvo la noticia como apertura de su web a lo largo de todo el día y le dedicó mucho espacio. Por la mañana (horario español), recogían un artículo resumiendo los entresijos del caso y las críticas que ha despertado en parte de la sociedad (incluso mencionaban al especial de la revista satírica Mongolia). No se cortaban al afirman que el fiscal se había opuesto a la imputación de la Infanta, ya que la fiscalía "actúa bajo la influencia del gobierno conservador de Mariano Rajoy". Por la tarde, se lanzaban a titular: "Responsabiliza de todo a su marido". El periódico argentino Clarín también llevaba el asunto en su página principal y optó por titular sobre el hecho de que la hija del Rey se ahorró el paseíllo.

Huelga decir que la noticia acaparó la actualidad de todos los medios españoles. Y no solo de los de información general: la revista del corazón ¡Hola! hizo seguimiento de la evolución de los acontecimientos y ofreció abundante información.