Dos de las ocho farmacias abiertas en Marratxí están directamente vinculadas con altos cargos del Govern. La pareja del director general de Gestión Económica y Farmacia, César Vicente Sánchez, también es titular y explota una oficina de farmacia en Marratxí, al igual que el presidente del Govern, José Ramón Bauzá.

En la zona farmacéutica de Marratxí, el Govern tiene paralizada la apertura de tres nuevas farmacias, pese a que están autorizadas desde 2009, pendientes de que la conselleria de Salud convoque el pertinente concurso de méritos para adjudicarlas.

En la actualidad el municipio de Marratxí cuenta con 8 farmacias abiertas: la situada en es Pont d´Inca Nou es propiedad del presidente Bauzá, mientras que la ubicada en es Figueral es explotada por la pareja del mencionado director general. Debido al incremento de población que ha sufrido este municipio y los limítrofes (Santa Maria, Santa Eugènia y Bunyola), en dicha zona farmacéutica la ley permite la instalación de otras tres oficinas de farmacia, que fueron debidamente solicitadas a finales de 2008 por una licenciada en Farmacia del norte de Mallorca, y autorizadas al año siguiente. Con todo, la realidad es que desde el último concurso de méritos convocado por el Ejecutivo del Pacto, en mayo de 2010, no se ha adjudicado ninguna farmacia nueva en Mallorca, ya que el Govern no tiene interés en ampliar el número de estos suculentos negocios. De hecho, son 29 las oficinas de farmacia que ya están autorizadas en la isla (49 en total en Balears), cuyos expedientes aguardan en un cajón a la espera de que algún día se haga una convocatoria pública para su concesión.

Competencias directas

Entre otros cometidos, César Vicente Sánchez, como director general de Farmacia del Govern, es el responsable directo de resolver los expedientes de autorización de los nuevos establecimientos. De él también depende, entre otros, el Servicio de Ordenación Farmacéutica del Govern, encargado entre otras funciones de llevar a cabo las actuaciones de control e inspección de las farmacias baleares y de los profesionales que trabajan en ellas.

Desde el Govern ayer se apresuraron a asegurar que César Vicente no incurre en ninguna incompatibilidad, y detallaron que no está casado con la propietaria de la farmacia en es Figueral (Marratxí), sino que "solo es su novia". También subrayaron que el director general de Farmacia "no tiene ninguna participación ni percibe ningún ingreso económico" de la farmacia en cuestión, y que ésta tampoco se verá favorecida por el decreto que Vicente impulsa para que el Govern pueda subvencionar a partir del año que viene a 23 farmacias de pequeñas poblaciones que no superen los 200.000 euros de ventas anuales.

Pidiendo permanecer en el anonimato, por miedo a represalias, licenciados en Farmacia que luchan por abrir una botica protestan por la parálisis y denuncian la existencia de fuertes presiones por parte de los boticarios con oficina abierta para frenar la competencia. Ello, unido a la presencia de farmacéuticos titulares en los gobiernos del PP y del Pacto, parece haber desembocado en la inercia. En una resolución de hace unas semanas, César Vicente denegó la petición de un farmacéutico para que la Conselleria convocara de inmediato un concurso de méritos para adjudicar las 49 oficinas de farmacia en lista de espera. "Esto es una decisión discrecional de la Administración, que se tiene que adoptar cuando lo considere oportuno para la satisfacción del interés general", zanjó el asunto el director general, siguiendo la tónica habitual del Govern.