Las durísimas críticas contra el proyecto de ley turística del conseller Carlos Delgado que los técnicos del Consell Econòmic i Social (CES) habían incorporado en su propuesta de dictamen han quedado reducidas prácticamente a la nada de la mano de la patronal CAEB. El documento definitivo que ayer aprobó el comité permanente del citado organismo, con los votos de los representantes empresariales y de los Consells Insulars, supone finalmente un respaldo a la normativa que el Govern balear quiere sacar adelante.

Tras varios días de debate sin que se lograran aproximar posturas, la CAEB presentó ayer su propia propuesta de dictamen, y los sindicatos UGT y CCOO la suya. El expresident Cristòfol Soler y el exconseller de Trabajo Guillem Camps, que representan a las citadas administraciones insulares, se decantaron por la primera.

En el documento elaborado por la patronal, que se ha convertido en el dictamen definitivo del CES, se llega a afirmar que "en la aprobación de esta ley de turismo no hay una subordinación de la planificación territorial de Balears al interés turístico", precisamente lo contrario de lo que habían defendido los técnicos.

Además, ha desaparecido la afirmación que se hacía respecto a que algunas de las previsiones del anteproyecto de ley "ponen en peligro aspectos como la diversificación de la oferta turística y el desarrollo del turismo sostenible, responsable y de calidad".

Otra supresión es la crítica que se hacía contra el cambio de uso hotelero, sobre el que los técnicos del CES advertían del peligro de que genere el cierre de otros negocios que no sean los de alojamiento y por tanto la degradación de la zona. Pero además, en el documento redactado por la CAEB y aprobado ayer incluso se busca reducir las trabas para ese cambio de uso, al proponer la supresión de la exigencia de que cada nueva vivienda cuente con una plaza de aparcamiento a una distancia máxima de 200 metros.

En cuanto a las divisiones en el seno de la CAEB sobre a las bondades de la ley turística, que cuenta con el apoyo de hoteleros y constructores y el rechazo de restauración y salas de fiesta, en el dictamen se ha optado por introducir un párrafo en el que se señala que "se desprende la existencia de legítimas posiciones empresariales antagónicas e irreductibles de imposible contemporización, por lo que el dictamen se limita a este efecto a consignarlo con el fin de que esta cuestión pueda, si es el caso, analizarse y valorarse en el momento oportuno".

Estas y otras modificaciones han provocado la indignación de los representantes de UGT y CCOO, que han adelantado que presentarán un voto particular junto al dictamen, en el que mantendrán algunas de las valoraciones que habían hecho los técnicos y se endurecerán las críticas contra el condominio, el cambio de uso o la oferta del todo incluido. En opinión de los representantes sindicales, lo sucedido pone en evidencia que la CAEB se ha plegado finalmente a las demandas de sus federaciones hotelera y de constructores y del propio Govern balear.

Por su parte, desde esta patronal se prefirió no hacer valoraciones respecto al dictamen que finalmente se ha aprobado.

Cabe recordar que el Govern ha decidido suspender la actividad del CES, por lo que éste será último dictamen.